Las mujeres siempre han formado parte de la industria cinematográfica, desde los inicios mismos del séptimo arte, aunque muchas veces, y a lo largo del tiempo, su papel se ha visto reducido al cumplimiento de los estereotipos establecidos por la sociedad del momento. Por eso, en los últimos años, junto con el auge de los temas sobre igualdad de género, la representatividad de las mujeres en el cine ha ganado más participación y notoriedad.
El nacimiento del cine coincide con el origen del concepto de mujer moderna (en base a su solicitud del derecho al voto). Fue desde 1902 en que G. Melies realizó “El Viaje a la Luna”, una película de ficción en la que un grupo de féminas representando las estrellas aparecían como gancho para la cinta: el rol de la mujer se había trazado.
Hacia 1908, los periódicos y revistas publicaban editoriales expresando una creciente preocupación por la influencia del cine en la moralidad de la gente, siendo la principal medida cuidar la formación moral de las mujeres y los niños. Para 1910, estudios Universal realizó el primer intento de lanzar una estrella, inventando un revuelo de prensa, fingiendo la desaparición de la actriz Florence Laurence, a quien la compañía había contratado, y días después fue hallada viva en San Francisco, donde un grupo de fanáticos la asediaban por autógrafos y hasta le arrancaban la ropa por tener algo de ella.
En la actualidad, el camino a recorrer hacia la igualdad de oportunidades en el cine sigue siendo largo y se puede analizar y medir desde diversas circunstancias según la web Statista:
La gran mayoría de roles protagónicos en el cine mundial todavía recae en manos masculinas, especialmente en determinados géneros cinematográficos. Pese al estreno de recientes films protagonizados por ellas como “Capitana Marvel” o “La Mujer Maravilla”, los géneros de acción y aventura continúan siendo tierra masculina, mientras que la comedia es en el que más prevalencia media de personajes femeninos se registra.
La edad a la hora de interpretar ciertos personajes es una de las desventajas para la mayoría de actrices. Mientras que los hombres, la mayoría de las veces, ganan prestigio conforme envejecen, para las mujeres cumplir años puede significar menos tiempo en pantalla. De hecho, las intérpretes mayores de 40 años apenas han representado la cuarta parte del total de personajes femeninos del cine mundial durante la última década.
La edad a la hora de interpretar ciertos personajes es una de las desventajas para la mayoría de actrices. Foto: Europa Press.
La distribución étnica de los personajes femeninos muestra una notable desigualdad entre las propias mujeres. Si bien las afroamericanas representaban casi una quinta parte del total de personajes femeninos interpretados en el cine mundial en 2020, las latinas apenas alcanzaron el 6%. Mientras tanto, el dominio de las actrices caucásicas es evidente. De hecho, encontrar un largometraje en Hollywood que no cuente al menos con una mujer blanca entre su reparto es prácticamente imposible.
La presencia femenina detrás de cámaras en Hollywood representa menos del 10% del total de profesionales encargados de dicha área. En varios países donde se desarrolla una industria cinematográfica, las mujeres trabajan especialmente en los departamentos de maquillaje, peluquería y vestuario. No obstante, en los últimos años se ha visto un crecimiento en el porcentaje de mujeres en diferentes cargos de responsabilidad, incluyendo aquellos tradicionalmente masculinos como el sonido, los efectos especiales y animación.
Según Fátima Cristina De Almeida Daniel, en su estudio “Representación de la mujer en el cine comercial del siglo XXI. Análisis de los años 2007—2012″ de la Universidad Complutense de Madrid, las representaciones que hace el cine femenino no apela a mujeres reales del todo. “Hay referencia a mujeres con funciones variadas, amplias y características complejas, pero muchas de estas mujeres son representadas bajo un discurso naturalizado, en el cual lo femenino está relacionado con lo desconocido, lo natural, con lo que sobrepasa la razón, con el cuidado y el sufrimiento”, acota.
El mismo estudio indica “que hay una tendencia en las películas en que las mujeres no son tan pasivas como antes. Sin embargo, su manera de realizar acciones suele ser reaccionaria (a diferencia de los personajes masculinos) en situaciones particulares, y lo mismo ocurre con sus actos heroicos”.
De Almeida Daniel también determinó “que la presencia de la mujer sigue estando fuertemente asociada a su carga erótica y a su posibilidad de objetivación sexual. Tanto que, para que una historia pueda mantenerse sin ningún elemento erótico y tenga fuera de sus fines narrativos el que un personaje femenino cumpla una función erótica o romántica debe censurar la desnudez de su cuerpo. Pareciera que el cine comercial, tal como es concebido actualmente, insiste en que una mujer en pantalla, hermosa, joven, y con algo de piel descubierta, es objetivable con facilidad”.
Desde que el cine nació la presencia de la mujer sigue estando fuertemente asociada a su carga erótica. Foto: Viau.
Una investigación del Centro para el Estudio de la Mujer en la Televisión y el Cine (Center for the Study of Women in Television and Film) de la Universidad de San Diego en California publicada en el 2019, concluyó los siguientes datos:
Un estudio de la Universidad de San Diego registró que un 45 % de roles protagónicos por mujeres se hicieron por parte de estudios grandes como Columbia y un 55 % en películas independientes. Foto: Columbia Pictures.