Bruna tiene 15 años y en sus vacaciones accede a una página de citas en internet. Se conecta desde una residencial de clase media, donde vive con su madre, Irene, una psicóloga. Autoerótica es la ópera prima de Andrea Hoyos, quien con un guion sensible, que no cae en los estereotipos ni en los juicios de valor, aborda la libertad de elegir y la sororidad. “Es una forma de decir que esto puede estar sucediendo a tu espalda, porque si alguien quiere hacerlo, lo va a hacer y puede ser muy riesgoso. La cantidad de mujeres que abortan en este país al año es masiva. Que no queramos conversar de eso es taparnos los ojos”, nos dice.
Nos traslada a la adolescencia y a la familia. ¿Cómo nació la película?
Fue un poco motivada por mi círculo de amigas. De alguna forma era una deuda que tenía con ellas y una forma de agradecimiento también por haberme enseñado tanto durante mi adolescencia.
Tu cine tiene una mirada feminista. ¿Crees que hay avances en el cine peruano por estos años?
Sí, pero no hay una escuela pública de cine. Sería muy importante para poder considerar ese tipo de avances y tener una diversidad de miradas. Aquí es muy privilegiado el acceso al cine. Entonces, sí creo que hay un avance con los premios estatales, pero al mismo tiempo es complejo cuando, por ejemplo, los profesores siguen siendo los mismos, no hay mujeres, son muy pocas en las áreas de cine.
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Actrices dijeron que el acoso estaba truncando carreras en el cine peruano. ¿Coincides?
Totalmente y también pasa en el área técnica. Para poder hacerte un espacio en el mundo del cine, muchísimas veces vas a tener que atravesar por acoso quizá de tus docentes y de tus propios jefes. Entran en una especie de chantaje para poder conseguir un espacio. Muchas veces terminan las carreras mientras estás estudiando. El acoso en el cine peruano es un tema real. Yo he sufrido un montón de acoso y no creo que sea algo que se vaya a detener. Lo veo todo el tiempo.
En la película no mencionas la palabra ‘abuso’. Sin embargo, hay un adulto que abusa de una menor. ¿También querías abordar el por qué no se denuncia?
Sí, claro, creo que el problema que hay aquí es que no se te cree o se te revictimiza. Por eso, varias personas no quieren denunciar porque es como si pasaran por otro caso de abuso, solamente que a cargo del Estado. Y, de alguna forma, esas cosas van a seguir pasando en el universo de Bruna. No es que después de eso uno se salve.
A grupos conservadores no les agrada estas producciones. ¿Qué comentarios recibiste?
Me llegan bastantes al Instagram de la película quejándose de por qué se está generando este tipo de películas. En realidad intento no hacerles caso porque creo que no han llegado a ver la película. Creo que cuando la ves, al final eres un acompañante de lo que vive Bruna. Es un poco difícil dejarla después de esto. No sé cómo vaya a responder la gente, pero en todo caso estoy buscando que con la película logren empatizar con el personaje más allá de lo que le sucede.