En octubre de 1999, hace ya más de dos décadas, se presentó en Colombia la telenovela que se ganó a toda América Latina: Betty, la fea.
Con el paso del tiempo, quienes también han ganado fama son sus actores, que a través de sus redes sociales se han mantenido vigentes en el recuerdo del público. Uno de ellos en Jorge Enrique Abello, el popular Armando Mendoza.
El intérprete ha hecho noticia estos últimos días tras la publicación de una columna de opinión donde sale en defensa de Yo soy Betty, la fea, producción que lo llevó a la fama internacional.
La posición de Florence Thomas
El comentario del actor se dio luego de la publicación de un texto escrito por la activista y escritora feminista Florence Thomas titulado “Netflix y ‘Betty, la fea’: lo inadmisible hoy”, en el que pide el retiro del melodrama de emisión televisiva al considerar que “tiene muchos estereotipos ya caducos” y que van contra los valores de la modernidad.
“Cansados de leer lo exitosa que fue la telenovela en el mundo entero, hoy pienso que ya es hora de retirar, 22 años después, este esperpento de la pantalla y no volverlo a emitir nunca más. Por azar volví a algunos de sus capítulos y fui testigo de lo impresionantemente mal que envejeció la telenovela. En esa época (finales de los noventa), yo la veía como un producto cultural; sin embargo –y con mi mirada feminista–, ya encontraba muchos estereotipos de género muy caducos. Pero hoy –vista en este nuevo milenio– es simplemente aberrante. Los tiempos han cambiado y la modernidad llegó como un valor universal”, se lee en el texto de la psicóloga.
La respuesta de Jorge Enrique Abello
Abello contestó a Thomas a través del mismo diario con una columna llamada “Yo soy así…”. En sus argumentos, mencionó que la novela rompe con los estereotipos de la protagonista bella que suele verse en el cine y la televisión y más aún, sobre la llegada de un príncipe azul que la ayuda a ascender socialmente.
“Fernando Gaitán, como los grandes escritores, tejió una trama de largo aliento cuyo vehículo era una gran estafa. Rompió, además, el estereotipo de protagonista bella que prevalecía desde las radionovelas cubanas de los 50 y el del príncipe azul. En la novela, la mujer ya no necesita de un macho para ascender ni de un príncipe que es un hombre sin escrúpulos que debe cambiar sus valores machistas y excluyentes para lograr el amor en su vida y ascender en la escala de lo humano”, dijo en relación a los protagonistas.
Por otro lado, rescató que, a través de las escenas donde vemos a una Betty dolida y decepcionada por lo que pasó en su vida, hubo una autorreflexión en la trama colombiana.
“Como una mujer del común, excluida por su belleza, Betty remontó sus errores y a partir de sus valores rompió las barreras de una sociedad que le impedía triunfar para convertirse en un ícono de millones de mujeres en el mundo entero, porque, Florence, no siempre la parte es el todo”, concluyó.