Joker está de moda y los fans del villano de DC lo saben. Con Joaquin Phoenix y Robert De Niro a la cabeza, la película de Todd Phillips viene siendo celebrada por la crítica y espectadores.
Si eres de las personas que ya vio el largometraje, es posible que te hayas dado cuenta de un sutil, pero interesante cameo de Clint Eastwood, uno de los actores símbolo de Hollywood.
Si has visto con atención Joker, notarás en una de las pantallas de televisión de una tienda, un comercial grabado por Clint Eastwood en 1981. Junto a varias pantallas, la escena nos muestra todo tipo de noticias y reproducen el asesinato de Murray (Robert de Niro) en directo, convirtiéndolo en lo más visto de la hora. Como si fuera una película más que en una noticia, logra captar la atención de Arthur Fleck, ya convertido en Joker, quien se queda atento mirando todo lo que había provocado.
En el comercial se le pude ver a Clint Eastwood protagonizar una campaña de publicidad pública real de los años 80 que emprendió el Gobierno estadounidense contra el consumo de crack y alertando al público de que “la emoción puede matar”, “ni lo pruebes”.
En medio de su tour de prensa, el director de la cinta reveló un momento incómodo entre las dos estrellas de la película, Joaquin Phoenix y Robert De Niro. Phillips comentó que ambos actores tuvieron varios inconvenientes al momento de empezar a grabar, sobre todo en el proceso previo a rodar la película.
Mientras De Niro proponía una mesa de diálogo para que el equipo y el reparto leyeran los guiones, a Phoenix no le parecía una buena opción, y pidió trabajar directamente en el set. “Me llamaron y me dijeron: ‘Dile que es actor y que tiene que estar ahí, todos vamos a meternos en una sala y leerlo’. Yo estaba entre la esperada y la pared porque Joaquin me dijo: ‘De ninguna manera voy a hacer una lectura de guion”.
Pese a sus desacuerdos, ambos actores consiguieron superar sus diferencias y tuvieron una reconciliación que Phillips describió como “increíble” con De Niro dándole a su compañero de reparto un beso en la mejilla y diciéndole: “Todo va a ir bien, querido, hagamos esto y ya”.