El asteroide Apofis, conocido como el "Dios del Caos", realizará un acercamiento sin precedentes a nuestro planeta en 2029, lo que podría provocar alteraciones significativas en su estructura. Este evento astronómico ofrece una oportunidad única para estudiar los efectos de la gravedad terrestre en cuerpos celestes cercanos.
Con un tamaño de 340 metros, Apofis pasará a tan solo 32.000 kilómetros de la Tierra, más cerca que muchos satélites en órbita. Aunque no representa un riesgo de impacto, los científicos están entusiasmados por observar en tiempo real los cambios que podrían ocurrir en su superficie y rotación debido a la influencia gravitacional de nuestro planeta.
Imágenes del asteroide Apofis fueron registradas en marzo de 2021 por antenas de radio. Foto: NASA
Ronald-Louis Ballouz, científico del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, explica que asteroides como Apofis sufren una constante "meteorización espacial" por el bombardeo de micrometeoroides. Estos pequeños fragmentos de polvo y roca, aunque diminutos, pueden erosionar la superficie de los asteroides. Sin embargo, el acercamiento a un planeta puede desencadenar cambios más drásticos en su estructura.
El próximo paso de Apofis podría provocar temblores sísmicos y deslizamientos en su superficie, desplazando rocas y escombros. Estos movimientos no solo modificarán su apariencia, sino que también proporcionarán datos valiosos sobre su composición y estructura interna. La comunidad científica observa con atención este fenómeno, que genera tanto preocupación como curiosidad.
A pesar de que los expertos aseguran que Apofis no impactará la Tierra en 2029, existe el temor de que los eventos gravitacionales puedan alterar su trayectoria futura. Su forma peculiar, similar a un cacahuete, lo convierte en un objeto de estudio fascinante. Otro asteroide de características similares también se aproxima a nuestro planeta y es considerado potencialmente peligroso.
Para profundizar en estos fenómenos, la NASA planea utilizar la misión OSIRIS-APEX, una adaptación de la sonda OSIRIS-REx, que previamente recolectó muestras del asteroide Bennu. Esta nave espacial observará a Apofis durante su paso en 2029, permitiendo a los científicos analizar en tiempo real los efectos de la interacción gravitatoria con la Tierra.
El encuentro cercano de Apofis no solo representa una oportunidad sin precedentes para la investigación científica, sino que también subraya la importancia de monitorear objetos cercanos a la Tierra. Comprender cómo estos asteroides pueden cambiar debido a fuerzas gravitatorias es crucial para desarrollar estrategias de defensa planetaria y garantizar la seguridad de nuestro planeta en el futuro.
El paso cercano del asteroide Apofis en 2029, tendrá efectos, siendo uno de los más relevantes, la modificación en la órbita de Apofis debido a la influencia de la gravedad terrestre. Esta interacción con la gravedad de la Tierra alterará ligeramente su trayectoria, lo cual es de particular interés para la comunidad científica. Cualquier cambio en su órbita podría influir en futuros acercamientos, especialmente en uno previsto para 2068, año en el que se evaluará nuevamente el riesgo de impacto.