Marte es uno de los primeros destinos de la humanidad para expandirse en el cosmos, aparte de la Luna. Por ese motivo, los científicos no pierden de vista al planeta rojo. En una de esas rutinarias observaciones, la NASA ha fotografiado un misterioso pozo en Arsia Mons, una de las tres formaciones volcánicas conocidas como Tharsis Montes.
El estudio profundo de estos agujeros permitiría construir asentamientos futuros para la humanidad: serían protecciones contra la radiación, cambios de temperatura y tormentas de polvo. Pero ¿ya se sabe exactamente qué hay debajo de ellos? Te lo contamos en la siguiente nota.
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En Marte, el cuarto planeta del Sistema Solar, los futuros visitantes humanos necesitarán encontrar refugios que los protejan de la radiación, los cambios bruscos de temperatura y las tormentas de polvo. Al igual que en la Tierra o la Luna, Marte podría tener grandes tubos de lava subterráneos. Las secciones colapsadas de estos tubos, conocidas como tragaluces, otorgarían acceso a estos sitios subterráneos.
La región de Tharsis, una extensa llanura volcánica que se eleva unos 10 km por encima de la superficie media de Marte, alberga tres volcanes inactivos. En Arsia Mons, una región perteneciente al trío de macizos, varios pozos presentan enigmas sobre su estructura total, por lo que se apostaría por una misión robótica. Una vez que se catalogue qué son estas aberturas, se podrá predecir sus efectos al interior, además de planificar si servirán como refugio de astronautas. Nunca falta una dosis de optimismo.
HiRISE del Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA capturó esta fotografía de Arsia Mons. Foto: NASA
La cámara HiRISE del Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) de la NASA, una nave espacial enviada a Marte en el año 2005, fue la encargada de mostrarnos este agujero de unos 178 metros de profundidad en Arsia Mons, cuya forma podría ser similar a la de un cilindro.
El MRO, según la agencia espacial estadounidense, sigue teniendo como fin principal buscar rastros de que hubo agua líquida en el vecino de la Tierra. "Los instrumentos de MRO analizan minerales, buscan agua subterránea, rastrean cómo se distribuyen el polvo y el agua en la atmósfera y monitorean el clima diario en apoyo de sus objetivos científicos", se agrega en la web de la NASA.
Se han descubierto indicios de que hubo agua, pero no se sabe si la suficiente como para haber desarrollado vida. Foto: NASA
Haciendo una comparativa, conocemos mucho mejor los tubos de lava en la Luna, donde algunos son térmicamente estables, a unos 17 °C, y tenemos imágenes detalladas que muestran suelos cubiertos de rocas. Se han propuesto varias ideas para explorar estas cuevas lunares, que incluyen el uso de robots y hábitats inflables para los astronautas; sin embargo, se le dio prioridad a la reunión de evidencias de que alguna vez hubo agua líquida.
En esta imagen a todo color de Marte, se pueden distinguir los tres volcanes de Tharsis Montes con el Monte Olimpo al noroeste. Foto: NASA / JPL-Caltech
La menor gravedad del planeta rojo podría apoyar la formación de tubos mucho más grandes que los de la Tierra. Las imágenes marcianas enseñan surcos que serían tubos colapsados. Un pozo en el volcán Pavonis Mons es especialmente intrigante, ya que parece haber un vacío debajo. Si resultara ser un tubo de lava, en efecto, superaría a los encontrados en nuestro planeta.
La evidencia morfológica sugiere que los tubos de lava son comunes en Marte, pero no hay pruebas fidedignas que respalden la hipótesis. Aunque es probable que estos tubos existan y podrían servir como refugios para astronautas en el futuro, es esencial primero ejecutar exploraciones robóticas para conocer su viabilidad.
Por ejemplo, el nuevo robot serpiente de la NASA representaría la oportunidad perfecta para una misión de reconocimiento. Sin embargo, se prevé que, en primer lugar, el autómata alargado sea enviado a Encélado, uno de los satélites naturales de Saturno. Nada se descarta. Quizás una segunda versión del proyecto se enfoque más en el cuarto planeta del sistema solar.