El físico J. Robert Oppenheimer es reconocido mundialmente como el padre de la bomba atómica. Sin embargo, otro famoso genio también intervino en el desarrollo del mayor arma letal de destrucción masiva en la historia. Si bien la participación de Albert Einstein no fue directa, cumplió un importante rol a partir de sus teorías científicas y el envío de una carta que fue determinante para el transcurso de la historia de la energía nuclear.
Albert Einstein y la carta al gobierno estadounidense en 1939. Foto: difusión
Los estudios para crear una bomba atómica iniciaron, oficialmente, con la aprobación del Proyecto Manhattan por el expresidente de los Estados Unidos Franklin D. Roosevelt. Este primer paso fue posible a partir de una advertencia enviada al mandatario, mediante una carta firmada por el físico Albert Einstein, que se estima que fue redactada junto con el científico Léo Szílard, en 1939.
En el contexto de la Segunda Guerra Mundial, la misiva advertía sobre la posibilidad de que los nazis estuvieran investigando y desarrollando armas nucleares basadas en fisión nuclear, reacción provocada por la división del núcleo de un átomo, descubierta por Meitner y Frisch un año antes. Según el Museo Americano de Historia Natural, Einstein se había enterado de que los alemanes podían tener éxito para lograr la creación de una bomba de gran impacto con el desdoblamiento de átomos de uranio.
El aviso preocupó al gobierno e impulsó una mayor atención sobre la investigación nuclear. Consecuentemente, se creó el Comité de Investigación de Uranio, bajo la dirección del Ejército de los Estados Unidos, con el fin de indagar las posibilidades de la fisión nuclear con fines militares. A partir de ello, en agosto de 1942, con la expansión de las averiguaciones, se dio inicio al Proyecto Manhattan.
El 16 de julio de 1945 se realizó la primera prueba de un arma nuclear: Trinity. Foto: Los Alamos National Laboratory
La iniciativa fue puesta bajo administración del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos, liderado por Leslie Groves, quien seleccionó a Robert Oppenheimer para asumir el mandato de director científico en el laboratorio de Los Álamos. Este local, en Nuevo México, fue la sede donde se realizaron la mayoría de las investigaciones científicas y diseños de armas nucleares.
Pese a que Einstein no participó activamente en el Proyecto Manhattan, sus teorías científicas sentaron las bases para comprender la energía nuclear. Y sí, se trata de la famosa ecuación E = mc².
La ecuación de Einstein, formulada en 1905, establece que la energía es equivalente a la masa multiplicada por la velocidad de la luz al cuadrado. Es decir, una pequeña cantidad de masa podía convertirse en una enorme cantidad de energía, idea que fue fundamental para el desarrollo de energía nuclear y creación de armas nucleares.
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Luego de la guerra, cuando Oppenheimer asumió una postura a favor del control de armas nucleares, Einstein lo apoyó y se convirtió en un defensor del uso pacífico de la energía atómica. Se estima que ambos científicos compartieron preocupaciones éticas y morales sobre el desarrollo y uso de estas herramientas letales.
En 1945, tras los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, Albert Einstein fue uno de los miembros fundadores del Consejo Mundial del Armamento Atómico, que tenía como objetivo concientizar al público sobre los peligros de las armas nucleares y promover el control internacional de armamentos.
Asimismo, se estima que, en su testamento, Einstein designó una parte de su herencia a la Sociedad de las Naciones Unidas para el control de armas nucleares y la promoción de la paz mundial.
Hiroshima después de que Estados Unidos lanzara una bomba nuclear el 6 de agosto de 1945. Foto: ONU / Mitsugu Kishida
El primer ensayo de una arma nuclear fue la denominada Prueba Trinity, realizada el 16 de julio de 1945, en una zona de del desierto de Nuevo México. El dispositivo utilizado fue una esfera de acero que contenía plutonio en su interior, conocida como "Gadget".
El arma detonó a las 5:30 a. m., con una fuerza de 18,6 kilotones. La explosión vaporizó la torre donde se sostenía Gadget y convirtió el asfalto y la arena en un mineral conocido como trinitita.