Un nuevo hallazgo en la Antártida sugiere que este continente es vulnerable a deslizamientos submarinos de tierra a causa del calentamiento global, lo que podría desencadenar gigantescos tsunamis en Sudamérica y otras zonas del hemisferio sur.
El estudio, publicado el 18 de mayo de 2023 en la revista Nature Communications, detalla que se realizó una perforación en el lecho marino de la Antártida para extraer sedimentos y analizarlos.
Así, descubrieron que en antiguas épocas de calentamiento global se formaron capas de sedimentos sueltos y se deslizaron, lo que generó enormes olas de tsunami en las costas de América del Sur, el sudeste Asiático y Nueva Zelanda.
"Los deslizamientos de tierra submarinos son un riesgo geológico importante con el potencial de desencadenar tsunamis que pueden provocar una gran pérdida de vidas", señaló en un comunicado Jenny Gales, profesora de hidrografía y exploración oceánica en la Universidad de Plymouth en el Reino Unido.
"Nuestros hallazgos resaltan cómo necesitamos urgentemente mejorar nuestra comprensión de cómo el cambio climático global podría influir en la estabilidad de estas regiones y el potencial de futuros tsunamis", añade.
De acuerdo con el estudio, durante las épocas en que se formaron los sedimentos analizados (hace tres millones y 15 millones de años), las aguas alrededor de la Antártida eran 3 °C más cálidas que en la actualidad, lo que provocó la propagación de algas que, después de morir, llenaron el lecho marino con un sedimento rico y resbaladizo. Eso hizo que la región fuera propensa a derrumbes.
"Durante los climas fríos y las glaciaciones posteriores, estas capas resbaladizas estaban cubiertas por gruesas capas de grava gruesa que arrojaban los glaciares y los icebergs", dijo a LiveScience Robert McKay, director del Centro de Investigación Antártica de la Universidad Victoria de Wellington y codirector científico de la expedición que extrajo los sedimentos en 2018.
Según los autores, la causa más probable de los deslizamientos submarinos de tierra fue el derretimiento del hielo de los glaciares debido al clima más cálido. Durante estas épocas, las capas de hielo se contrajeron y retrocedieron, lo que aligeró la carga sobre las placas tectónicas de la Tierra y las hizo rebotar hacia arriba. Un proceso conocido como rebote isostático.
Con las capas de sedimento débil acumuladas en cantidades suficientes, el ascenso continental de la Antártida desencadenó terremotos que provocaron que la grava gruesa sobre las capas resbaladizas se deslizara fuera del borde de la plataforma continental. Ello ocasionó deslizamientos de tierra que terminaron en tsunamis.
Los tsunamis pueden ser causados por sismos poco profundos o el ingreso abrupto de material en el océano. Imagen: referencial / Pixabay
En ese sentido, los investigadores advierten que, si su hipótesis es correcta, el deshielo actual por el calentamiento global podría causar nuevos deslizamientos submarinos en la Antártida, por lo que los tsunamis de grandes proporciones volverían a ocurrir.
No obstante, destacan que manejan otras hipótesis para explicar los deslizamientos. Por ejemplo, una falla en las placas tectónicas o cambios en las corrientes oceánicas que erosionan los sedimentos. "Es algo que podríamos evaluar en futuros estudios mediante modelos de computadora", finaliza MacKay.