Un objeto ubicado más allá de Neptuno tiene intrigados a los astrónomos debido a sus dos extraños anillos, los cuales han sido detectados recientemente gracias a nuevas observaciones desde la Tierra y el espacio. Se trata de Quaoar, un candidato a planeta enano de 1.000 kilómetros de diámetro.
Las nuevas características descubiertas alrededor de Quaoar, detalladas en las revistas Nature y Astronomy & Astrophysics, podrían obligar a replantear las teorías de formación planetaria.
Los anillos de Quaoar desconciertan a los astrónomos porque se ubican mucho más allá del límite de Roche, que es la distancia máxima en la que las partículas pueden orbitar un cuerpo sin aglomerarse.
Esto significa que, dentro del límite de Roche, la gravedad del objeto central es suficiente para mantener las partículas desintegradas a su alrededor. Más allá de este, deberían ser más libres para juntarse entre sí por su propia gravedad y formar una luna.
Para un cuerpo como Quaoar, ese límite se estima en 1.780 km desde el centro del objeto, pero sus dos anillos están mucho más lejos: a 2.520 km y 4.100 km.
En el sistema solar, los planetas enanos Chariko y Haumea, así como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, son los únicos que poseen anillos. Todos cumplen con el límite de Roche.
Quaoar se ubica en el cinturón de Kuiper, un disco poblado por miles de objetos que rodean al Sol desde el sistema solar exterior. Son tan antiguos como nuestra estrella, por lo que los científicos consideran importante su estudio, para entender los orígenes de nuestro vecindario cósmico.