Un equipo dirigido por científicos de la Universidad de Washington detectó la fuga de un extraño líquido caliente en el fondo del océano Pacífico, justo sobre una zona donde chocan dos placas tectónicas, frente a la costa oeste de Estados Unidos. El estudio sobre este fenómeno, publicado en la revista Science Advances, sugiere que podría estar aumentando el riesgo de un terremoto de gran magnitud.
A 80 kilómetros de la costa de Newport, Oregon, los científicos utilizaron un sonar de barco para identificar los penachos de burbujas que brotaban desde el fondo marino, a 1,2 kilómetros de profundidad. Este manantial submarino ha sido bautizado como Oasis de la Pitonisa (Pythias Oasis) , en honor a las mujeres del oráculo griego que profetizaban sobre una fisura sísmica en la que emergían gases.
Evan Solomon, coautor del estudio y profesor asociado de Oceanografía en la Universidad de Washington, dice en un comunicado que, cuando exploraron el sitio, observaron que el agua "salía del lecho marino como una manguera contra incendios". "Eso es algo que nunca había visto y, que yo sepa, nunca antes se había observado”, enfatiza.
Un minucioso análisis revela que este líquido era químicamente distinto del agua circundante: contenía litio y boro en cantidades extremas, pero mucho menos cloruro, potasio y magnesio. Asimismo, el fluido tenía una temperatura 9 °C más caliente que la temperatura del fondo marino.
Estas características, segun los autores, indican que el líquido se originó a más de 4 km por debajo del lecho marino, en la zona de subducción de Cascadia, una falla de 1.000 km de largo donde convergen las placas Norteamericana y Juan de Fuca, con temperaturas que oscilan entre 150 ºC y 250 ºC.
Falla de Cascadia. Imagen: RCENI
Según Solomon, el fluido liberado es como un lubricante, que reduce la fricción entre las placas y les permite deslizarse entre sí.
La fuga de este líquido podría estar ocasionando que la tensión entre las placas aumente cada vez más, lo que incrementaría el riesgo de un terremoto de grandes proporciones, sugiere el equipo de investigadores.
Al producirse la fuga y reducirse la presión del fluido en las profundidades, "las dos placas se bloquearán, es entonces cuando se puede acumular tensión", explica Solomon.
Imagen de sonar del sitio de la fuga, donde las burbujas se elevan desde el lecho marino. Foto: Philip et al./Science Advances
Antes de esta investigación, se estimó que la tensión acumulada en la falla de Cascadia es capaz de provocar sismos de una magnitud superior a 9.
Los investigadores aseguran que es la primera vez que se detecta una fuga de este tipo. Por ello, sospechan que podría haber otros sitios donde también se filtra este 'lubricante de placas', aunque son difíciles de detectar desde la superficie del océano.
En otras zonas de subducción de América, convergen las placas de Nazca y Sudamericana, frente a Colombia, Ecuador, Perú y Chile; y las placas de Cocos y del Caribe, en Centroamérica y las Antillas.
Placas tectónicas de la Tierra. Imagen: Naeblys
La convergencia de placas en estas regiones produce una intensa actividad volcánica y sísmica. Con base en este nuevo hallazgo, se podrían identificar sitios específicos donde se podría estar acumulando tensión entre placas y así estimar el riesgo de un terremoto destructivo.
Actualmente, no existe ninguna tecnología capaz de predecir cuándo ocurrirá un terremoto.
Sin embargo, por el tamaño de las fallas y por estadísticas de zonas que han estado acumulando más tensión sísmica, los científicos sí pueden determinar qué lugares tienen más riesgo de experimentar un gran evento telúrico.