El Perú ha sufrido la pérdida del 3,9% de su vegetación natural en 37 años, según información proporcionada por la iniciativa MapBiomas. Esta situación afectó a los ecosistemas del país, su biodiversidad, sus servicios ecosistémicos, su funcionalidad y conectividad entre 1985 y 2021.
“Con una pérdida del 49,9 % de extensión en casi cuatro décadas, destaca el alarmante retroceso de los glaciares por efecto del cambio climático y el carbono negro ocasionado por las quemas en Amazonía. Los glaciares alimentan los manantiales de los grandes ríos del país, abasteciendo de agua a millones de personas”, explican los especialistas.
El análisis también arroja que otro ecosistema muy dañado por actividades antrópicas es el de los bosques estacionalmente secos del norte del Perú, lo cual genera un impacto negativo en la seguridad alimentaria de las poblaciones locales.
“Lo que más nos preocupa es que la estamos perdiendo de forma irreversible. Las pérdidas han sido enormes, sin perspectivas de que esta tendencia se revierta. Los datos encienden las alarmas y dan un sentido de urgencia a la necesidad de una acción decisiva y contundente para estas coberturas naturales del Perú ", señala Renzo Piana, director ejecutivo del Instituto del Bien Común (IBC).
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Sobre los bosques secos, el estudio advierte que existen muchos vacíos de información y que la intervención humana ha causado que el equilibrio natural de los ecosistemas se hayan convertido en más vulnerables al cambio climático, según explica la investigadora Kathrin Hopfgartner.
Por su parte, la investigadora Andrea Bravo puso en evidencia que la Amazonía fue el bioma que presentó los mayores cambios en los últimos 37 años, con una pérdida total de 2,6 millones de hectáreas (3,6%) de su vegetación natural.