Médicos de la Universidad de Nueva York han descubierto que una de cada cinco personas que sobreviven a la reanimación cardiopulmonar (RCP), después de un paro cardíaco, experimentan una muerte lúcida.
Los científicos estudiaron los cerebros de 85 hombres y mujeres —el grupo más grande estudiado hasta el momento— que recibieron RCP en hospitales de Estados Unidos y Reino Unido, entre el 2017 y el 2020.
Monitorearon los cerebros de las personas durante y después de los ataques cardíacos con el objetivo de identificar marcadores cerebrales que apoyen los testimonios de las muertes lúcidas y también que les permitan conocer cómo eran estas en palabras de los pacientes.
Según Sam Parnia, director de Parnia Lab y el principal autor, la investigación fue un completo reto, ya que “el paro cardíaco es una emergencia, ocurre muy repentinamente, sin aviso. Normalmente, los equipos tienen que llegar en cinco minutos, entrar allí en medio de la emergencia y poner todos los aparatos” cuenta a la BBC.
Si bien todos vamos a morir, nuestra gran intriga siempre será qué sentiremos cuando llegue dicho momento. Foto: PxHere
PUEDES VER: ¿El fin de los hombres? El cromosoma Y, presente solo en el sexo masculino, está desapareciendo
La muerte lúcida es un conjunto de sensaciones extracorpóreas y de alta conciencia reportadas por personas que han tenido una experiencia cercana a la muerte.
Se sabe que se trata de una fase verdadera, ya que en los últimos momentos de vida, el cerebro incrementa su actividad, de modo similar a como ocurre, por ejemplo, cuando uno analiza o recuerda.
Según el equipo de Sam Parnia, la experiencia lúcida de la muerte puede englobarse en cinco sensaciones que son muy distintas de las alucinaciones o los sueños al azar. Estas son evaluar por completo tu vida, separarse del cuerpo, regresar al cuerpo, sentir que vas a un destino desconocido o, por último, que regresas a un lugar que se siente como un hogar.
Las personas que recordaron haber hecho una evaluación de sus vidas afirmaron haber sentido que estas pasaron frente a sus ojos de una manera clara, real y viva.
“Toda mi vida pasó ante mí... al principio fue muy rápido. Luego algunos momentos se ralentizaron. Se me mostraba todo, a todos los que ayudaba y a todos a los que hería”, sostuvo un participante.
Los investigadores probaron con ayuda de marcadores cerebrales que no se trataba de sueños. Foto: Reset Ketamine
PUEDES VER: Romperse las piernas para crecer: ¿cómo es la cirugía estética que piden cada vez más hombres?
Por otro lado, aquellos que aseguran que se desprendieron de su cuerpo y volvieron a él sostienen: “Me dijeron que no era mi momento y que necesitaba regresar a mi cuerpo”. “Descubrí que había un ser a mi lado... era una presencia reconfortante, una presencia tranquilizadora, pero también era una presencia de magnitud y poder”.
Finalmente, un último grupo aseguró que se dirigía a un destino desconocido o regresaba a un lugar familiar. Ellos expresaron: “No es que estuviera en un túnel. Era que se había creado un túnel a mi alrededor debido a la increíble velocidad a la que viajaba”. “Quería ir hacia la luz, quería volver a casa”.
De acuerdo con Parnia, esta sensación “curiosamente no es como una película, como se presenta de forma errónea en los medios. Es una reevaluación muy profunda, intencionada y significativa de todo lo que han hecho, dicho y pensado. Se juzgan a sí mismos, juzgan sus acciones basándose en cuán morales o éticas han sido, lo cual es realmente notable”.
“Y todo esto sucede cuando están pasando por la muerte, lo que de nuevo es muy notable. Además, esto es lo que hace imposible que se trate de una alucinación”, explica. “Saben que están reviviendo todo de forma espontánea, lo cual es fascinante”, agrega
Cabe destacar que, aun si la muerte lúcida es un fenómeno recurrente, no todas las personas lo recordarán debido a los efectos sedantes de los medicamentos en el cerebro.
El estudio fue presentado en las Sesiones Científicas 2022 de la Asociación Americana del Corazón en Chicago.