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Ciencia

¿Qué dice la ciencia sobre lo que se siente al momento de morir?

¿Veremos una luz al final de un túnel o nuestra vida en un segundo? La ciencia ya nos ha revelado detalles sobre la experiencia de la muerte.

Si bien todos vamos a morir, nuestra gran intriga siempre será qué sentiremos cuándo llegue dicho momento. Foto: PxHere
Si bien todos vamos a morir, nuestra gran intriga siempre será qué sentiremos cuándo llegue dicho momento. Foto: PxHere

La muerte es el destino inevitable de todos los seres vivos, incluida la especie humana. Por esa razón, desde hace siglos, deseamos conocer qué se siente durante esta última etapa de nuestra vida o, por lo menos, en los últimos instantes.

Las experiencias de personas que han estado cerca de morir son muy distintas: haber visto una luz brillante al final de un túnel, sentir que se abandona el cuerpo para verlo desde arriba o ver pasar la vida en un segundo. Otras, en cambio, aseguran no haber sentido nada.

Pero ¿qué dice la ciencia en torno a este enigmático tema? Te contamos algunos hallazgos relevantes.

Hiperconsciencia antes de la muerte

En 2013, un equipo de científicos de la Universidad de Michigan, liderado por la neurocientífica Jimo Borjigin, hizo un hallazgo increíble: después de que el corazón deja de latir, ocurre un estallido de actividad cerebral. Es decir, un estado de hiperconsciencia después de la muerte.

Aunque el experimento se realizó en ratones de laboratorio y no en humanos, se acabó con la suposición de que el cerebro permaneciera inactivo durante el fallecimiento. Además, reveló que, por un instante, la conciencia es incluso superior al estado normal de vigilia.

¿Por qué motivo ocurre esto? No se sabe a ciencia cierta, pero los autores sugieren que los roedores podrían haber experimentado ‘algo’ antes de que su cerebro se apague, quizás puede ser algo parecido a las experiencias contadas por los supervivientes de la muerte.

Una experiencia psicodélica

En un experimento de 2018, neurocientíficos del Imperial College de Londres compararon testimonios de experiencias cercanas a la muerte (ECM) con las alucinaciones provocadas por una droga conocida como dimetiltriptamina (DMT), la misma que es uno de los principales activos del ayahuasca.

Las ECM son episodios experimentados por el 20% de las personas que han sido reanimadas después de una muerte clínica. En tanto, el alucinógeno DMT altera funciones como la percepción y la cognición.

Droga alucinógena

El consumo de dimetiltriptamina (DMT) puede causar una experiencia alucinógena similar al proceso de la muerte. En la imagen se observa una microscopía de los cristales de DMT. Foto: Lindsay Cameron / Lee Dunlap

Los investigadores concluyeron que ambas sensaciones se asemejan a sentir la “trascendencia del tiempo y el espacio” y la “unidad con objetos y personas cercanas”. En otras palabras, se trata de un proceso psicodélico.

Sin embargo, según el neurocientífico Chris Timmermann, líder del estudio, como no todas las personas recuerdan los efectos del DMT, lo mismo puede suceder en el instante de la muerte y ser un momento desapercibido.

La audición: el último sentido que se pierde

Si bien se sabe que durante el proceso de la muerte las funciones fisiológicas van desapareciendo, un artículo de Scientific Reports, en 2020, dio con la primera evidencia de que la audición es el último sentido que se pierde.

El hallazgo fue posible luego de medir cómo los cerebros de pacientes moribundos —pero ilesos a nivel neurológico— y de jóvenes sanos respondían a diferentes tonos de sonido.

Así, encontraron que la respuesta de ambos era similar, incluso, a pocas horas de morir y pese a estar inconscientes.

Proceso de la muerte

Según un estudio de 2020, el último sentido que se pierde durante el proceso de la muerte es la audición. Foto: Capo Canyon Recovery

Todos estos hallazgos de la ciencia revelan que la muerte no es dolorosa como se suele creer y que más bien puede sentirse como un desvanecimiento de los sentidos, una experiencia psicodélica o un momento de tranquilidad.

Sin embargo, lo cierto es que aún estamos muy lejos de comprender este proceso por completo.