Europa registra un brote sin precedentes de viruela del mono, por lo que la atención mediática mundial se ha volcado hacia esta enfermedad. Como consecuencia de este masivo flujo de información, ha comenzado a circular en internet una serie de bulos y afirmaciones erróneas que requieren urgentemente ser aclarados.
Entre las formas de contagio de esta enfermedad, figura el contacto estrecho cara a cara o el contacto con lesiones en la piel de la personas infectada. Pero ello puede ocurrir tanto en relaciones homosexuales como heterosexuales.
Por su parte, los trabajadores de salud también corren el riesgo de contagiarse por estas vías debido a la cercanía con los pacientes.
El nombre del virus se debe a que se detectó en 1958, cuando ocurrieron dos brotes de una infección similar a la viruela en dos colonias de monos mantenidos para la investigación.
Pero luego de pasar a las personas, en la década de 1970, el virus terminó alojándose principalmente en los roedores y, en menor medida, en los primates no humanos (monos).
Dado que este virus es de la misma familia que el de la viruela humana, las vacunas contra esta última ofrecen hasta un 85% de protección frente a las complicaciones de la viruela del mono.
No solo eso. En 2018, se aprobó en Estados Unidos JYNNEOS, una vacuna dirigida a ambos virus de la viruela.
Si bien la viruela del mono se caracteriza por generar síntomas leves en la mayoría de casos, los niños y las personas con el sistema inmunitario debilitado pueden desarrollar cuadros graves. A raíz de ello, tiene una letalidad de entre el 1% y 10%.
De acuerdo con la OMS, en los últimos años se ha observado una letalidad de entre 3% y 6%. Cabe precisar que la tasa más alta la tienen los países de bajos recursos.
El monkeypox, a diferencia de la viruela humana, no se transmite fácilmente de persona a persona. Como se ha mencionado, se requiere un contacto prolongado y estrecho entre individuos, así como otras vías de contagio con mucho menos potencial pandémico que, por ejemplo, el SARS-CoV-2.
Es cierto que la aparición de casos de forma simultánea en distintos países ha llamado la atención de los expertos, pero eso puede deberse a una caída en la inmunidad contra la viruela o el incremento de viajes y reuniones tras la relajación de las restricciones de la actual pandemia. Esto aún sigue en estudio.
Es una afirmación que comienza a circular cada vez que surge una enfermedad causada por un nuevo patógeno. Sin embargo, aquí la ciencia ha respondido más rápido: un equipo de científicos secuenció el genoma del monkeypox de una persona recientemente infectada e identificó su parentesco con las variantes del virus que circulan desde hace décadas y sobre todo los que salieron de Nigeria entre 2018 y 2019.