Científicos de la Universidad de Utah (EE. UU.) afirman haber revivido un destello de actividad del ojo humano hasta cinco horas después de la muerte de una persona. Esto se logró en más de 40 órganos de donantes, indica su artículo publicado en la revista Nature.
Para el equipo de expertos, liderado por la neurobióloga Fatima Abbas, el logro es un paso significativo para prolongar la vida útil de los órganos de donantes y experimentar nuevas formas de tratar enfermedades oculares.
Si bien muchos pueden ser transferidos a otro huésped, los tejidos del sistema nervioso, como los globos oculares, son un reto en sí mismo, ya que pierden su utilidad con el deceso de la actividad neuronal.
Sin embargo, los científicos se han dado cuenta de que no todas las neuronas fallan al mismo tiempo y algunas de ellas quedan moribundas debido a que poseen diferentes mecanismos de supervivencia.
Los científicos apuntaron primero a revivir el grupo de neuronas sensibles a la luz (fotorreceptores) de la mácula ocular, la parte central de la retina.
Como explica Fabb en un comunicado, se “pudo despertar las células fotorreceptoras en la mácula humana, que es la parte de la retina responsable de nuestra visión central” y, así medir nuevamente su capacidad para ver detalles finos, colores y destellos de una luz muy tenue.
Pero había un inconveniente: se debía reestablecer la comunicación entre estos fotorreceptores, que había sido interrumpida por la privación de oxígeno.
Para superar esa dificultad, los investigadores diseñaron dispositivos para mantener las células oxigenadas durante más tiempo. Luego, con un instrumento encargado de estimular la retina se medía la actividad de las células del ojo humano.
Con dicho enfoque, el equipo observó que se restauró una señal eléctrica observada en los ojos vivos conocida como la “onda b”. Este es un indicador de la comunicación entre todas las capas de células maculares que nos permiten ver.
“Estudios anteriores han restaurado una actividad eléctrica muy limitada en los ojos de donantes de órganos, pero esto nunca se ha logrado en la mácula y nunca en la medida que ahora hemos demostrado”, dice Frans Vinberg, coautor del estudio.
Los expertos aseguran que, con este enfoque de investigación que no depende de modelos animales, los resultados de próximos estudios pueden aplicarse con mayor exactitud a los seres humanos.
Asimismo, confían en poder utilizar la investigación para revertir algunos tipos de ceguera, como la degeneración macular asociada a la edad.
“En el futuro, podremos utilizar este enfoque para desarrollar tratamientos para mejorar la visión y la señalización luminosa en ojos con enfermedades maculares, como la degeneración macular relacionada con la edad”, acota Vinberg.