Luego de superar la infección de COVID-19, algunos convalecientes permanecen con síntomas durante más tiempo. A esta afección crónica se la denomina covid persistente (o covid prolongada según la OMS). Los expertos manifiestan que puede afectar hasta 10 sistemas del organismo humano.
La covid persistente se presenta con síntomas debilitantes que pueden durar meses o más de un año y no se explican con un diagnóstico alternativo. La mayor prevalencia se da en los adultos mayores, y diversos estudios han encontrado condiciones potenciales que pueden advertir la afección crónica en un momento temprano.
Los síntomas más comunes de la covid prolongada son la fatiga, la falta de aliento y la disfunción cognitiva, sin embargo, otros pueden ser más heterogéneos como el insomnio, la arritmia, la disfunción sexual, la menopausia temprana y demás, según un estudio realizado por la University College London.
Como hasta la fecha se ha reportado una gran constelación de síntomas relacionados a esta enfermedad, las combinaciones en cada persona pueden ser múltiples, ocurrir en distintos momentos después del contagio y, por lo tanto, requerir de un tratamiento personalizado en manos de un profesional de salud.
No obstante, los autores de un reciente estudio publicado en Taylor and Francis Online recomiendan tres actividades sencillas y esenciales para todos los casos que pueden mejorar significativamente la recuperación.
La alimentación de un convaleciente de COVID-19 es un pilar para tratar la covid prolongada ya que modifica la microbiota intestinal, un conjunto de microorganismos del intestino estrechamente vinculado con el sistema inmunológico. Por esa razón, los autores recomiendan:
La actividad física resulta esencial para retomar la salud corporal y psicológica del paciente recuperado, por lo que se recomienda una rehabilitación paulatina si las condiciones de salud lo permiten (no se tiene fiebre u otros síntomas por debajo del nivel del cuello).
Según SleepStation, un programa de salud en línea en el Reino Unido, dormir lo suficiente ayuda a recuperarse de muchas enfermedades en general y la COVID-19 no es la excepción. De ese modo, se debe aprovechar en mejorar la calidad de sueño evitando cualquier tipo de distracción.