La NASA ha divulgado un informe de transición en cuyas páginas se especifica que la Estación Espacial Internacional (EEI) se estrellará contra el océano Pacífico en enero del año 2031. Esta situación se iba a llevar a cabo antes, pero organismos internacionales decidieron la extensión de vida útil de la nave hasta el 2030 —originalmente, el cese se había fechado en 2024—. Esta fue lanzada al espacio hace más de 23 años.
La Oficina de Auditorías de la NASA había detallado en su documento del 30 de noviembre de 2021 que la agencia espacial tiene el compromiso de reemplazar la Estación Espacial Internacional con una o más estaciones comerciales cuando cesen los trabajos del laboratorio en la órbita terrestre.
Esta prolongación permitirá darle más tiempo de desarrollo a las empresas aeroespaciales. “El sector privado es técnica y financieramente capaz de desarrollar y operar destinos comerciales en la órbita terrestre baja con la asistencia de la NASA”, explicó Phil McAlister, director de vuelos espaciales comerciales de la institución estadounidense.
Dicho esto, Nanoracks, su matriz Voyager Space, y Lockheed Martin, multinacional de la industria militar, podrían ser las primeras en aprovechar la oportunidad y colocar estaciones comerciales. Por otro lado, Blue Origin, compañía aeroespacial del multimillonario Jeff Bezos, se sumaría a esta aventura junto con Sierra Space y Boeing.
Antes de retirar a la tripulación de la nave que orbita la tierra a una media de 408 km sobre su superficie, bajarán su altitud operacional y la desmantelarán poco a poco desde el 2028 o 2029. Se ha establecido que el punto de no retorno se marcará a unos 280 km del mar. Una vez la estación se precipite allí, su caída será inminente.
Promedio de altitudes estimadas de la EEI en su reentrada a la Tierra durante sus últimos años. Foto: NASA
“Eventualmente, después de realizar maniobras para alinear la trayectoria final del objetivo en tierra, y la huella de escombros sobre el área deshabitada del océano Pacífico Sur, alrededor del Punto Nemo, los operadores de la EEI realizarán el encendido de reingreso, proporcionando el impulso final para bajarla tanto como sea posible y garantizar una entrada atmosférica segura”, informó la agencia.
El Punto Nemo es llamado así en honor al capitán de Veinte mil leguas de viaje submarino, novela de Julio Verne publicada en 1869. Aquella ubicación, a unos 4.800 kilómetros de la costa oriental de Nueva Zelanda y a 3.200 kilómetros al norte de la Antártida, se destaca por ser la más alejada de tierra firme habitada. Se considera una tumba acuática de escombros espaciales.
Lugar en el mapa del Punto Nemo, a 2.700 km de tierra firme y habitada. Foto: Meteored
A pesar de estos planes, Robyn Gatens, directora de la Estación Espacial Internacional en la sede de la NASA, dijo que la EEI está entrando en su tercera y más productiva década como plataforma científica innovadora en microgravedad.
“Esperamos maximizar estos retornos de la estación espacial hasta 2030 mientras planificamos la transición a los destinos espaciales comerciales que vendrán después”, añadió la también experta senior de la agencia en control ambiental y soporte vital (ECLSS), y sistemas de rendimiento y salud de la tripulación.