Un sorprendente embrión de dinosaurio terópodo (de tres dedos funcionales) y “exquisitamente conservado” dentro de un huevo fósil ha sido analizado por un equipo de científicos para poder demostrar que pueden ser los antepasados de las aves modernas.
Apodado Baby Yingliang, este embrión se remonta a un periodo conocido como Cretácico Superior de Ganzhou, en el sur de China, de entre 72 a 66 millones de años atrás. Los resultados de las indagaciones hechas por expertos de la Universidad de Birmingham y la Universidad de Geociencias de China (Beijing) se encuentran disponibles en la revista iScience.
Baby Yingliang destaca por haber adquirido una postura parecida a la captada en los embriones de las aves actuales poco antes de la eclosión, el momento donde la cáscara revienta y el animal nace.
El embrión de dinosaurio 'bebé Yingliang' encontrado en Ganzhou, China. Foto: AFP / Lida Xing / Universidad de Birmingham
PUEDES VER: Los 4 secretos del universo que revelará James Webb, el telescopio espacial más poderoso de la historia
Su esqueleto se enrolla dentro del huevo: dobla su cabeza hacia el vientre, mantiene las patas inferiores abiertas y la espalda arqueada a lo largo del romo, la parte menos puntiaguda de la estructura orgánica. Los que no logran estas posturas presentan más probabilidades de no sobrevivir durante el proceso de formación.
A esta posición controlada por el sistema nervioso se le llama ‘plegado’, una forma de garantizar la correcta evolución prenatal de las aves. Además, según el estudio, el esqueleto embrionario está “casi completo, sin mucha alteración post mórtem aparente”; y tiene 23,5 cm de longitud total, “desde la punta anterior del cráneo hasta la última vértebra caudal (sin costillas) conservada”.
El huevo cuenta con unas dimensiones de 16,7 cm de largo por 7,6 cm de ancho. Su forma de pico variable hace pensar a los científicos que este oviraptorosaurio tuvo diferentes dietas carnívoras, herbívoras y omnívoras, además de versatilidad entera.
Los embriones de dinosaurios son fósiles raros porque comúnmente sus huesos se dislocan y el estado de conservación deja mucho que desear, apuntó el primer autor del manuscrito y PhD de la Universidad de Birmingham, Fion Waisum Ma. Aquí yace la novedad del asunto.
Etapas de plegado de los oviraptóridos (arriba) comparadas con las de un gallo. Foto: Lida Xing et all / iScience
El mismo investigador agregó: “Estamos muy entusiasmados con el descubrimiento de Baby Yingliang (...). Es interesante ver este embrión de dinosaurio y un embrión de pollo posar de manera similar dentro del huevo, lo que posiblemente indique comportamientos similares antes de la eclosión”.
Para el profesor Steve Brusatte, de la Universidad de Edimburgo, este dinosaurio “prenatal” es uno de los fósiles más hermosos. Él está de acuerdo con la teoría de que estos animales ancestrales evolucionaron en especies voladoras de nuestros tiempos. El huevo se encuentra en el Museo de Historia Natural de Piedra de Yingliang.