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Ciencia

Evidencia sugiere que el misterioso Planeta Nueve ya fue detectado en 1983

Desde el 2016, los científicos propusieron la existencia de un planeta en los límites del sistema solar. Sin embargo, no habrían observado bien un cúmulo de datos del siglo pasado.

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Representación del Planeta 9 alejado del Sol. Foto: NASA.

Un análisis de datos recopilados por el satélite IRAS (Infrared Astronomical Satellite) en 1983 ha arrojado un trío de fuentes puntuales que podrían ser el hipotético Planeta Nueve. El documento está disponible en el servidor de preimpresión arXiv y ha sido aceptado para su publicación en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

Planeta Nueve es el nombre provisional de un mundo masivo que orbitaría el Sol veinte veces más allá de Neptuno. Teorizado en 2016 en función del comportamiento de un grupo de objetos transneptunianos, ha sido buscado sin éxito en varias campañas de observación astronómica.

Ahora, el astrónomo Michael Rowan-Robinson, del Imperial College London, sostiene que los datos de IRAS deben animar a los científicos a seguir buscando este planeta, informa Science Alert.

Es poco probable que sea una detección real, pero la posibilidad significa que podría usarse para modelar dónde podría estar el planeta ahora para realizar una búsqueda más específica, en la búsqueda futura para confirmar o descartar su existencia, argumenta.

“Dada la mala calidad de las detecciones de IRAS, en el límite mismo de la encuesta, y en una parte muy difícil del cielo para las detecciones de infrarrojo lejano, la probabilidad de que el candidato sea real no es abrumadora”, escribió.

Órbita estimada del Planeta Nueve alrededor del Sol (color naranja). También figuran las órbitas de los objetos más lejanos del Sistema Solar. Imagen: NASA.

Después, agregó: “Sin embargo, dado el gran interés de la hipótesis del Planeta Nueve, valdría la pena comprobar si un objeto con los parámetros propuestos y en la región del cielo propuesta, es incompatible (...)”.

IRAS operó durante 10 meses, a partir de enero de 1983, realizando un estudio de infrarrojo lejano del 96% del cielo. En esta longitud de onda, objetos pequeños y fríos como el Planeta Nueve podrían ser detectables, por lo que Rowan-Robinson decidió volver a analizar los datos utilizando parámetros consistentes.

De las alrededor de 250.000 fuentes puntuales detectadas por el satélite, solo tres son de interés como candidatas para el Planeta Nueve. En junio, julio y septiembre de 1983, el satélite detectó lo que parece ser un objeto que se mueve por el cielo.

La región del cielo en la que aparece la fuente se encuentra en una latitud baja de la galaxia (es decir, cerca del plano de la Vía Láctea) y está fuertemente afectada por cirros galácticos, nubes filamentosas que brillan en el infrarrojo lejano. Entonces, es posible que las fuentes sean el ruido de estas nubes.

Rowan-Robinson también señala que otro sistema altamente sensible, el Telescopio de Levantamiento Panorámico y el Sistema de Respuesta Rápida (Pan-STARRS), en funcionamiento desde 2008, no ha logrado recuperar al candidato.

Sin embargo, si interpretamos al candidato como real, podemos extrapolar alguna información sobre el Planeta Nueve. Según los datos del IRAS, tendría entre tres y cinco veces la masa de la Tierra, a una distancia orbital de alrededor de 225 unidades astronómicas (una de ellas equivale al espacio que separa nuestro planeta del Sol).

Con información de Europa Press.