Un reporte climático de la Organización Metereológica Mundial (WMO) ha revelado que, a causa del aumento de temperatura en el planeta, el nivel del mar en América Latina y el Caribe se incrementó a 3,6 mílimetros anuales en tres décadas, un ritmo superior al promedio mundial de 3,3 milímetros. Así, advirtió que para el año 2100 las costas de al menos ocho países de la región estarán bajo el agua, afectando a más de un 27% de las personas que vive en las zonas costeras.
Entre los países del continente cuyos litorales serán potencialmente afectados por la elevación del mar están México (la península de Yucatán), Venezuela (Lago de Maracaibo), Colombia (Golfo de Urabá) y, en menor medida, Brasil, Uruguay y Argentina. Otros países que figuran en el monitoreo del organismo son Nicaragua, Honduras y las tres Guyanas.
Las costas de color rojo son aquellas que perderán espacio en este siglo, tales como la península de Yucatán (izquierda) y las costas atlánticas de Honduras y Nicaragua (derecha). Foto: Climate Central
El alarmante incremento del mar es consecuencia directa de distintos factores, señaló a DW la investigadora colombiana Paola Arias, redactora del informe.
Por un lado, se incrementa a causa del derretimiento de glaciares (Groenlandia, la Antártida, La Patagonia) y cadenas montañosas (Los Alpes, Los Andes, etc.). Aquellos glaciares que más rápido se han derretido en las dos últimas décadas han sido los Alpes, Islandia y Alaska, reveló un estudio de Nature de este año.
Foto: Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)
Por otro lado, también se debe un proceso natural llamado expansión térmica, el cual consiste en el aumento proporcional entre el volumen y temperatura, en este caso del océano. No obstante, debido a las emisiones de gases de efecto invernadero retenidos en la atmósfera, este proceso se ha acelerado y provocado el aumento térmico del mar, tanto en sus superficies como profundidades.
El oceáno tiene la capacidad de aborber la mayor parte del exceso de calor en la Tierra, funcionando como un amortiguador para la vida. Sin embargo, sin aquella efectividad que resulta tan vital para los ecosistemas marinos y los seres humanos, los niveles de calor se habrían incrementado.
Asimismo, la distribución del exceso de calor en el océano no es uniforme, puesto que el hemisferio sur presenta mayor calentamieno y contribuye al derretimiento de las plataformas de hielo de la Antártida.