Un equipo amplio de investigadores que proviene de diversos departamentos de la Universidad de Washington y otros centros especializados de los Estados Unidos ha publicado un artículo en la revista Immunity, en el que afirma que la variante Delta del coronavirus no puede evadir la mayoría de anticuerpos generados por la vacunación contra la COVID-19.
Ali H. Ellebedy, primer autor del citado estudio subido a la web, enfatizó que “frente a la vacunación, (la variante) Delta es un virus relativamente débil”. “Si tuviéramos una variante que fuera más resistente (a los anticuerpos) como la Beta, pero (que) se propagara tan fácilmente como la Delta, estaríamos en más problemas”, agregó.
“La capacidad de una variante para propagarse es la suma de muchos factores. La resistencia a los anticuerpos es solo un factor. Otro es qué tan bien se replica la variante”, anotó, por su lado, el coautor principal Jacco Boon, profesor asociado de medicina, microbiología molecular y patología e inmunología.
Luego, Boon expresó que la propagación de una variante depende de diversos aspectos, entre ellos, la evasión ante una respuesta inmune. “Entonces, Delta está aumentando, sí, pero no hay evidencia de que sea mejor para superar la inmunidad inducida por las vacunas en comparación con otras variantes”, recalcó.
Ellebedy y sus compañeros de trabajo cultivaron células en su laboratorio y obtuvieron 13 clases de anticuerpos que combaten a la COVID-19. A continuación, los usaron contra las variantes preocupantes Alfa (B.1.1.7), Beta (B.1.351), Gamma (B.1.1.248) y Delta (B.1.617.2).
Del total de anticuerpos, 12 reconocieron a Alfa y Delta; 8 a las cuatro variantes del coronavirus; y uno de ellos a ningún linaje.
Hubo un tipo de proteína que neutralizó a las cuatro variantes de preocupación y otras tres variantes analizadas en instantes diferentes. Este recibió el nombre 2C08, el cual ya había protegido a hámsteres del SARS-CoV-2. “Existen personas que pueden tener 2C08 en su organismo y están bien protegidas de esta cepa”, acotó Ellebedy.
“Este anticuerpo no es exclusivo de la persona de quien lo obtuvimos”, dijo el mismo investigador, respecto al experimento en tres individuos que se llevó a cabo en el estudio científico.
El 20% de las personas infectadas o inoculadas crean anticuerpos que reconocen el mismo punto del virus al que se dirige el 2C08.
Dicho esto, han aparecido estas proteínas en contagiados y vacunados de China, Italia y Nueva York. Esto quiere decir que la protección se da sin discriminar lugares de procedencia.