El Triángulo de las Bermudas es cosa del pasado: un nuevo misterio se esconde en las profundidades del archipiélago
Descubren una extraña estructura que se extiende varios kilómetros bajo las Bermudas, donde se han reportado desapariciones de barcos y aviones.
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El nuevo misterio de las Bermudas yace bajo el archipiélago. Científicos han descubierto una extraña capa de roca de unos 20 kilómetros de espesor bajo su corteza oceánica, una característica que no se ha observado en ningún otro lugar del mundo.
Normalmente, bajo la corteza oceánica se encuentra directamente el manto terrestre, explicó el autor del estudio, William Frazer, sismólogo de Carnegie Science en Washington D.C., pero en el caso de las Bermudas existe una capa adicional situada entre ambos. El origen de esta formación aún no está del todo claro, aunque podría ayudar a resolver uno de los grandes enigmas geológicos del archipiélago. Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista Geophysical Research Letters.
El descubrimiento en el famoso Triángulo de las Bermudas
La isla se asienta sobre un abultamiento oceánico, una zona donde la corteza es más elevada que el fondo marino circundante. En otros lugares, este tipo de elevación suele estar asociada a actividad volcánica en proceso, pero en las Bermudas la última erupción conocida ocurrió hace unos 31 millones de años.

El Triángulo de las Bermudas, una zona entre el archipiélago cerca a Florida y Puerto Rico. Foto: ABC
El hallazgo de esta nueva “estructura” sugiere que aquella fase volcánica pudo haber inyectado material del manto en la corteza, donde se enfrió y quedó atrapado, formando una especie de “balsa” que mantiene elevado el fondo del océano en unos 500 metros.
Las Bermudas han estado asociadas durante décadas al misterio, sobre todo por el llamado Triángulo de las Bermudas, una región entre el archipiélago, Florida y Puerto Rico donde se han reportado desapariciones de barcos y aviones, aunque los expertos señalan que esta fama está muy exagerada. El verdadero enigma, sin embargo, es por qué existe el abultamiento oceánico bajo las Bermudas.
En cadenas de islas como Hawái, se cree que la elevación del fondo marino se debe a puntos calientes del manto, donde material caliente asciende y genera volcanismo. Cuando la corteza se desplaza y se aleja de ese punto caliente, la elevación suele desaparecer con el tiempo.
En el caso de las Bermudas, ese abultamiento no ha disminuido, pese a millones de años sin actividad volcánica, explicó Frazer. Aunque existe debate sobre lo que ocurre en el manto bajo la isla, no se registran erupciones en la superficie.
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Las ondas sísmicas permitieron “ver” bajo las Bermudas
Frazer y su coautor, Jeffrey Park, profesor de Ciencias de la Tierra y Planetarias en la Universidad de Yale, analizaron registros sísmicos captados en Bermudas de grandes terremotos ocurridos en distintas partes del mundo. A partir de los cambios bruscos en las ondas sísmicas, lograron obtener una imagen de la estructura terrestre hasta unos 50 kilómetros de profundidad, revelando la presencia de una capa de roca inusualmente gruesa y menos densa que el material circundante.

Representación resumen de las características interpretadas de las Bermudas. Foto: Geophysical Research Letters
“Aún queda material bajo las Bermudas que proviene de la época de volcanismo activo y que podría estar ayudando a mantener esta zona como un área de alto relieve en el océano Atlántico”, explicó a Live Science Sarah Mazza, geóloga del Smith College, que no participó en la investigación.
Pangea y la huella del antiguo supercontinente
En sus propios estudios sobre la historia volcánica del archipiélago, Mazza ha encontrado que las lavas de las Bermudas tienen un bajo contenido de sílice, una señal de que proceden de rocas ricas en carbono. Su análisis de variaciones en isótopos de zinc, publicado en septiembre en la revista Geology, indica que ese carbono proviene de grandes profundidades del manto.
Según Mazza, ese material habría sido empujado al interior de la Tierra durante la formación del supercontinente Pangea, entre hace 900 y 300 millones de años. Este origen difiere del observado en islas formadas por puntos calientes en los océanos Pacífico e Índico, una diferencia que podría explicarse porque el Atlántico es un océano relativamente joven, abierto tras la fragmentación de Pangea.
Actualmente, Frazer analiza otras islas del mundo para determinar si existen capas similares a la hallada bajo las Bermudas o si el archipiélago es, efectivamente, un caso único.



















