Necesitamos más exámenes de laboratorio para determinar qué clase de materiales son potencialmente nocivos en el entorno cotidiano.
Las investigadoras Lisa Zimmermann y Andrea Dombrowski, del Departamento de Ecotoxicología Acuática en la Universidad Goethe Frankfurt (Alemania), junto con sus colegas Carolin Völker y Martin Wagner, señalaron que los plásticos convencionales y los bioplásticos contaminan el medioambiente al mismo nivel, aunque estos últimos se comercialicen “como alternativa sostenible”.
Así lo informaron en el artículo “¿Son los bioplásticos y los materiales vegetales más seguros que los plásticos convencionales? Toxicidad in vitro y composición química”, el cual está publicado en la revista de ciencia ambiental y salud Environment International.
"El término ‘bioplásticos’ implica que tienen características favorables similares a sus contrapartes a base de petróleo (por ejemplo, baratos, ligeros, flexibles), pero con la connotación positiva de materiales ‘naturales’”, escriben los involucrados en la indagación.
“En esa línea, se comercializan como más sostenibles y benignos que los plásticos convencionales. Sin embargo, existe poca evidencia científica que respalde tal noción”, continúan comentando.
Supuestamente, la ventaja de los bioplásticos es que se degradan en una menor cantidad de tiempo. Además, están compuestos por celulosa (paredes de las células vegetales) y productos reciclados.
Sin embargo, según el estudio científico sobre la contaminación global, las firmas toxicológicas demostraron que la celulosa y el almidón afectaron los criterios de evaluación de alteraciones en organismos vivos.
“Nuestros resultados también indican que estos materiales contienen químicos disruptores endocrinos (sustancias ajenas al cuerpo que modifican el comportamiento hormonal)", resaltan los especialistas en el citado artículo de Environment International.
Más adelante, ellos sostienen que, al no haber una investigación de amplio espectro, los diversos perjuicios de los bioplásticos y materiales vegetales, distintos al PLA (utilizado para fabricar envases), deben ser priorizados.
Martin Wagner, profesor asociado del Departamento de Biología de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU), dijo que tres de cada cuatro productos plásticos biodegradables o comunes son peligrosos dentro de un laboratorio.
El equipo de expertos analizó 43 productos diferentes como corchos de vino, botellas de bebida o cubiertos desechables.
De acuerdo con el estudio, el 67% de los bioplásticos contenían elementos tóxicos y más de 1.000 características químicas en el 80% de las muestras. “Algunos de ellos hasta 20.000 productos químicos”, complementó Wagner.
Hay otra incertidumbre: es casi imposible crear declaraciones generales de todos los productos y sus potenciales efectos en la salud, puesto que cada uno presenta sustancias especiales. Inclusive existen artículos de uso masivo como las bolsas de supermercado y los corchos de vino que podrían estar hechos del mismo material, pero generan agentes químicos dispares.
“Estas lagunas en nuestro conocimiento son problemáticas porque la exposición humana a sustancias químicas de bioplásticos y materiales de origen vegetal aumentará con su aplicación cada vez mayor”, recalcan los investigadores.