El calentamiento global está afectando al entorno nocturno y podría, dentro de poco, desencadenar perjuicios irreversibles contra el ecosistema. El ecólogo Daniel Cox y un equipo de investigadores de la Universidad de Exeter —Ilya Maclean, Alexandra Gardner y Kevin Gaston—, en el Reino Unido, publicaron un artículo científico en la revista Global Change Biology. Allí establecen una asimetría en el calentamiento de la Tierra al seguir su curso de rotación.
“Los impactos del clima cambiante en el mundo biológico varían según latitudes, hábitats y escalas espaciales”, se lee en la introducción del estudio llamado Variación global de la asimetría diurna en temperatura, nubosidad, humedad específica y precipitación y su asociación con el índice de área foliar.
El equipo de científicos se basó en los datos climáticos recogidos desde 1983 hasta 2017. Ellos observaron que, en más de la mitad de toda la Tierra, la temperatura nocturna aumentó en un cuarto de grado Celsius más, si la comparamos con la diurna.
Más adelante, el artículo advierte: “Las actividades humanas están alterando el clima del planeta (...) Los aumentos antropogénicos (perteneciente al ser humano) del CO2 (dióxido de carbono) atmosférico y otros gases de efecto invernadero han dado lugar a una fuerte tendencia mundial al aumento de las temperaturas máximas y mínimas, que a su vez ha impulsado una intensificación del ciclo hidrológico".
“Como las actividades de los organismos biológicamente importantes a menudo ocurren en momentos particulares del día, cualquier asimetría en la tasa de cambio entre el día y la noche sesgará las presiones climáticas que se ejercen sobre ellos, y esto podría tener profundos impactos en el mundo natural”, afirman los expertos en el documento.
“Las especies que solo están activas durante la noche o durante el día se verán particularmente afectadas”, resaltó Cox al respecto. Esta fracción de grado, que parece insignificante, puede llegar a alterar a distintas especies, de continuar subiendo a través de las siguientes décadas.
La Antártida alcanzaría un “punto sin retorno” debido al deshielo, según el estudio de un equipo de científicos publicado en la revista Nature.
Anders Leverman, coautor de la iniciativa, recalcó que lo perdido de ese continente, ahora, lo perderemos “para siempre”.
“Nuestras simulaciones muestran que una vez que se derrite, no vuelve a su estado inicial (hasta que) las temperaturas regresan a los niveles preindustriales (antes del siglo 20), un escenario muy poco probable”, subrayó el especialista.
Las simulaciones de Leverman junto con su equipo de investigación del Instituto de Potsdam, Alemania, estimaron el futuro próximo de la Antártida. Concluyeron que, en el peor de los casos, si la temperatura asciende a 10 °C, no quedarán indicios de hielo.