El Gobierno de Chile anunció este jueves 16 de julio que a principios de agosto comenzarán los primeros ensayos clínicos de vacunas contra el nuevo coronavirus. De momento esperan trabajar con dos de las que desarrolla China y la del Reino Unido, aunque no han definido con cuál.
En su conferencia de prensa diaria acerca de la lucha contra la pandemia de la COVID-19 el ministro de Salud de Chile, Enrique Paris, informó que ya fue compuesto un comité interministerial para tratar la materia con precisión.
“En este momento tenemos en carpeta tres posibilidades que están muy avanzadas, porque están en fase III de la etapa de estudio, que significa que ya se pueden hacer pruebas en seres humanos. Tenemos el caso de la vacuna Sinovac, CanSino Biologics y la de AstraZeneca, que está siendo preparada junto a la Universidad de Oxford”, dijo.
No obstante, el doctor subrayó que todavía no han elegido la vacuna para comenzar las pruebas e incluso se refirió a la de Moderna, que recientemente produjo inmunidad en todos los voluntarios de la primera fase, como otra posibilidad.
Chile, que este jueves anunció 2.475 contagios nuevos y 104 fallecidos por el coronavirus SARS-CoV-2, prevé contar con aproximadamente de 3.000 personas para esta investigación.
“Yo espero y esperamos todos que Chile va a contar con una cantidad importante de vacunas”, declaró Paris, quien también comunicó que ya fue enviado un proyecto de ley al Congreso con basamento técnico “para favorecer estudios de medicamentos y vacunas en épocas de pandemia”.
Asimismo, el ministro de Salud sostuvo que autoridades, universidades e intendentes “estamos viendo la posibilidad de poder envasar vacunas en Chile en una primera etapa”, para garantizar la entrega adecuada a todas las regiones.
“No solamente pensando en el coronavirus, sino a futuro también la posibilidad de envasar, etiquetar y distribuir vacunas desde Chile a otros países de Latinoamérica. Esto está muy avanzado”, agregó Paris.
De acuerdo a la más reciente actualización del Ejecutivo chileno hay 323.698 casos confirmados acumulados y 7.290 muertos por la enfermedad COVID-19 en el país austral.