En un banco de zúrich, suiza, se abrieron sus cajas pero no se ha revelado su contenido. Abrieron cuatro cajas que el escritor confió a su amigo Max Brod y este las entregó a su secretaria y amante. Al cierre de nuestra edición, no llegó mayor información sobre el contenido de las cuatro cajas de Kafka, que un juez iba a abrirlas después de seguir un proceso judicial. El diario El Mundo de España narra que un batallón de funcionarios, abogados y filólogos de Israel, Alemania y Suiza acudieron a un banco de Zúrich para ver qué revelan las mencionadas cajas. Pero la diligencia era secreta, de modo que el misterio kafkiano rodea este hecho. Según el diario español, los portavoces del banco suizo UBS en Zúrich no han querido confirmar o desmentir la apertura de las cuatro cajas fuertes con los documentos del genial escritor checo. “En conversaciones telefónicas realizadas desde Jerusalén, fuentes relacionadas con el caso han asegurado que han sido abiertas en Suiza para iniciarse el inventario”, anota el diario. De estas cajas se sabe que Kafka se las entregó a su amigo Max Brod y este, antes de morir, las derivó a su secretaria y amante Esther Hoffe, y muchos creen que las cajas le pertenecen. “Recordemos –anota el diario–: el embrollo remite a la voluntad de Max Brod de que la Biblioteca Nacional de Jerusalén, aún en proyecto en el momento de su muerte (1968), fuera el destino final de los papeles de Kafka. Así se lo pidió a Esther Hoffe, la fiel Esther, que sin embargo desobedeció sus instrucciones. Al fin y al cabo, ¿no había desoído Brod el deseo de Kafka de que su obra ardiera cuando hubiera muerto? Hoffe subastó en 1988 el manuscrito de El proceso, entre otras piezas, y legó el resto del legado a sus hijas, Ruth y Java (dos supervivientes del Holocausto, ya octogenarias)”. Ante todo esto, hace dos años el Estado de Israel inició un juicio para recuperar los papeles de las cajas y también el manuscrito de El proceso, que se vendió a solo dos millones de dólares y está en poder del Archivo Alemán de Literatura de Marbach am Neckar. Pero ahora el epicentro está en Zúrich, donde se ha hecho el inventario de los contenidos de las cajas, pero sin que se sepa qué hay. Asimismo, tampoco los jueces israelíes han decidido a quién legalmente le pertenecen los papeles. Se dice que las hermanas Hoffe también asistieron. Y hubo que romper una aldaba porque, al parecer, una llave se perdió. El dato Hechos. Ha trascendido que en la diligencia los abogados de las hermanas Hoffe intentaron impedir que se abran las cajas, pero fracasaron. Asimismo, el diario israelí Haaretz ha solicitado al juez israelí acceder al contenido para difundirlo.