Conductora provoca indignación al negarse a decir “todes” en TV en vivo
“Hola a todas y a todos. No digo ‘todes’ porque no está dentro de la Academia de la Lengua. Yo sí rechazo su uso”, manifestó la española.
Continúa la controversia alrededor de quienes se niegan a utilizar el lenguaje inclusivo. Un reciente ejemplo es el caso de la presentadora Ana Ruiz, quien generó indignación en las redes sociales por negarse a usar la palabra “todes” en vivo. “Voy con lo que dice la RAE”, dijo la española de 42 años. El video se viralizó y provocó descontento entre los espectadores.
En la presentación de su programa, Ruiz comenzó a saludar a toda su audiencia. Luego, hizo una referencia al término “todes”.
“Hola a todas y a todos. No digo ‘todes’ porque no está dentro de la Academia de la Lengua. Yo sí rechazo su uso, ¿qué quieres que te diga? A mí lo que diga la Real Academia de la Lengua voy con ello porque es lo que me ilumina, lo que me guía y no solamente a mí, sino a nuestros concursantes también”, expresó Ruiz.
Uno de los espectadores que se encontraba viendo su programa, grabó el momento y lo compartió a través de su cuenta de Twitter. Hasta el momento, el clip ha acumulado más de 65.800 reproducciones.
Las críticas hacia la conductora no tardaron en llegar. “Debió decir: Buenos días a todos y todas y cerrar su boca”, comentó un usuario. “Lamentable que esta señora esté de presentadora”, expresó otro.
Los comentarios de rechazo hacia las palabras de la presentadora llegaron en cuestión de horas. Foto: capturas de Twitter.
¿Qué es el lenguaje inclusivo?
El lenguaje inclusivo reconoce la diversidad, transmite respeto a todas las personas, promueve oportunidades equitativas, evita los prejuicios y las expresiones que discriminan a grupos de personas por motivos de raza, género o nivel socioeconómico.
El movimiento para promover un lenguaje inclusivo de género comenzó con el objetivo de eliminar y evitar las construcciones sociales sexistas. En varios países de Latinoamérica, como Argentina y Chile, las organizaciones de la sociedad civil y algunas figuras del sector público han alentado el uso de la letra “e” al final de las palabras para connotar neutralidad gramatical: por ejemplo, usar “elle” en lugar de “él“ o ” ella”.
La Real Academia, por su parte, define el lenguaje inclusivo como el “conjunto de estrategias encaminadas a evitar el uso genérico de la gramatical masculina, ignorando que este se fundamenta en su condición de término no marcado de la oposición de género, y no en un supuesto sesgo sexista del lenguaje lingüístico”.