“ Soy inocente. No tengo culpa de nada . Quisiera decirles a los familiares que apoyé en todo lo que podía”, se defendió Prisciliano Oré Mitma, el tercer implicado en el incendio de San Juan de Lurigancho , y que acabó con la vida de 28 internos del centro de rehabilitación ‘Cristo es amor’. Hasta antes de su entrega a la justicia, tenía la condición de no habido por el 24 Juzgado Penal para Reos en Cárcel que lo denunció como presunto autor de los delitos de homicidio simple y exposición de personas al peligro. El vigilante del centro de rehabilitación está sindicado junto a Raúl García Albornoz y Julio Ángel Matías Torres como los culpables de las muertes. Tras su llegada al juzgado, dijo que reconoció a uno de los internos que provocó el incendio. En tanto, el juzgado dispuso su traslado a la carceleta del Poder Judicial.