Dos amigos fueron despedidos a los 55 años e invirtieron sus ahorros para crear una empresa que hoy vale millones: "El dolor fue muy grande"
A los 55 años, tras perder sus empleos en plena crisis económica, dos amigos fundaron 'Anclaflex' en 2002. Hoy, la empresa de materiales de construcción cuenta con 650 distribuidores en Argentina y Uruguay
En el año 2000, Alfonso Bonfiglio y Ricardo Flores, dos experimentados profesionales, se encontraron sin empleo a los 55 años. A pesar de sus destacadas trayectorias, la recesión económica del país les cerró las puertas a nuevas oportunidades laborales. Sin opciones a la vista y con pocas posibilidades de jubilación, ambos amigos optaron por tomar una decisión audaz: unirse como socios y crear Anclaflex, una empresa de productos para la construcción que hoy genera millones en ventas anuales.
El camino hacia el éxito no fue sencillo. Con escasos ahorros, Bonfiglio y Flores iniciaron su emprendimiento fabricando masillas para yeso en un pequeño local alquilado. Sin embargo, la falta de una marca reconocida complicó sus ventas en los primeros meses. “El dolor fue muy grande, porque ese producto era toda la esperanza que uno teniamos de sobrevivir”, recordó Ricardo Flores. Pese a los rechazos iniciales, lograron consolidar su negocio y, con el tiempo, ampliar su línea de productos.
De la crisis al éxito: así crearon una empresa millonaria después de los 55 años
La historia de Bonfiglio y Flores es un ejemplo de perseverancia y determinación. Al comienzo de su emprendimiento, enfrentaron serias dificultades para encontrar clientes y posicionar su producto en el mercado. La ausencia de una marca reconocida hizo que los posibles clientes rechazaran el producto, lo que representó un fuerte revés para los dos socios. Sin embargo, en lugar de darse por vencidos, decidieron adoptar una estrategia diferente: renovar el diseño del empaque de su masilla, manteniendo la fórmula original. Esta apuesta resultó ser todo un acierto, ya que la nueva presentación logró captar el interés de los instaladores, quienes empezaron a confiar en el producto.
Con el paso del tiempo, la empresa creció y pasó de una modesta producción de algunos baldes de masilla a 8,000 unidades mensuales. Además, se trasladaron varias veces a instalaciones más grandes para satisfacer la creciente demanda. En solo cinco años, ya habían alcanzado un volumen de producción que les brindaba estabilidad y la posibilidad de planificar nuevas líneas de productos. Actualmente, 'Anclaflex' cuenta con un equipo de 140 empleados y 650 distribuidoras en Argentina y Uruguay
¿Qué estrategias utilizaron para liderar una empresa millonaria?
El éxito de Anclaflex se basa en estrategias de mercado clave, como la diversificación de productos y la adaptación a las necesidades del mercado. Al inicio, la empresa enfrentó la competencia de productos importados, pero Bonfiglio y Flores identificaron una oportunidad en la fabricación local, aprovechando la crisis de importación para ofrecer un producto de calidad a menor costo. Esta estrategia les permitió ganar terreno en un sector dominado por marcas extranjeras.
Anclaflex, ahora cuenta con 650 distribuidoras en Argentina y Uruguay
Además, la visión a largo plazo de los socios fue fundamental. Desde los primeros años, se enfocaron en reinvertir las ganancias en el crecimiento de la empresa y la ampliación de su línea de productos. En poco tiempo, pasaron de fabricar solo masillas para yeso a ofrecer pinturas y otros productos para la construcción. Su constante búsqueda de innovación y mejora en la calidad de los productos los llevó a consolidarse como una de las marcas líderes en el mercado argentino.
Principales desafíos que enfrentaron al emprender a los 55 años
Fundar una empresa en plena crisis económica y a una edad avanzada conlleva desafíos significativos. Bonfiglio y Flores tuvieron que superar varios obstáculos, desde la falta de financiamiento hasta la crisis de confianza en el mercado. En un momento crítico, optaron por hipotecar sus casas para obtener el capital necesario, una medida arriesgada que, sin embargo, resultó en el crecimiento sostenido de la empresa. “Fue la decisión más arriesgada que tomamos, pero era la única opción”, mencionó Bonfiglio.
Alfonso Bonfiglio y Ricardo Flores fundaron una empresa en medio de la crisis económica.
Otro de los mayores retos surgió cuando un importante supermercado de construcción les exigió una reducción de precios significativa, lo que puso en riesgo la estabilidad financiera de la empresa. Los socios decidieron no aceptar la propuesta, lo que implicó perder la mitad de su producción en ese momento. Sin embargo, en lugar de rendirse, buscaron nuevos clientes para cubrir la capacidad de producción perdida. Esta decisión estratégica les permitió, en menos de un año, recuperar el volumen de ventas y estabilizar nuevamente el negocio.
El caso de Anclaflex no solo es un ejemplo de éxito empresarial, sino también una lección sobre resiliencia y la importancia de adaptarse a las circunstancias más adversas. Con más de 8,700 profesionales capacitados a través de su centro de formación, la empresa continúa expandiéndose y demostrando que nunca es tarde para emprender.