Vraem: Narcos intentan quemar helicóptero durante incursión a laboratorios de droga
Fuerzas combinadas de la Policía y del Ejército allanaron 3 complejos mafiosos en Ayacucho, capturan a un sospechoso y confiscan cargamento de droga, armamento de guerra, equipos de comunicación e insumos.
- Cierran Mall del Sur temporalmente: Municipalidad de San Juan de Miraflores detectó riesgo por cables expuestos
- Senamhi alerta incremento de temperaturas y prevé hasta 30 °C a fin de mes en Lima Metropolitana
Presuntos narcotraficantes que estarían vinculados al grupo terrorista Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP) atacaron e intentaron quemar un helicóptero durante una operación antinarcóticos en una conflictiva del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), informaron este viernes las autoridades.
La policía indicó que la acción -que no dejó víctimas- se produjo durante la destrucción de tres narcolaboratorios para la producción de clorhidrato de cocaína en las inmediaciones del centro poblado Virgen Ccasa, distrito de Canayre, provincia de Huanta, región Ayacucho.
TE RECOMENDAMOS
DELIA ESPINOZA: LA MANIOBRA DEL CONGRESO DETRÁS DE LA INHABILITACIÓN | FUERTE Y CLARO
El jefe de inteligencia y operaciones del Frente Policial Vraem, coronel Pedro Solorzano Niño de Guzmán, confirmo que esta incursión conjunta con miembros de la División Regional de Inteligencia del FP-Vraem, del Departamento de Unidades de Emergencias y del Batallón Contra Terrorista Nº42 –segunda brigada del Ejército- se produjo a las 7.30 de la mañana.
Frente Policial Vraem incautó cocaína, armamento de guerra, insumos químicos y equipos de comunicación
Durante las operaciones fue detenido Miqueas Limache Arotoma y se confiscó cocaína, armamento de guerra, insumos químicos y equipos de comunicación que eran utilizados presuntamente por sicarios al servicio del MPCP para brindar seguridad a los laboratorios.
En uno de los laboratorios se encontró 10 paquetes de clorhidrato cocaína tipo ladrillo con el logotipo de un delfín y una ‘J’ en medio de cada bloque. También cuatro paquetes con el logotipo de un caballo, tres costales con pasta básica, otro costal con clorhidrato en estado pastoso y dos costales más con clorhidrato de cocaína a granel.
Asimismo, fueron confiscados dos fusiles R-15 y una mini UZI, una escopeta retrocarga, dos pistolas semiautomáticas, municiones y cacerinas.
Incautación de armas y granadas.
También fueron destruidos 32 toneladas de insumos químicos como acetona, ácido sulfúrico, combustible, gatas y prensas hidráulicas, molinos de metal, balones de gas, cocinas industriales, hornos microonda, alambiques, motores generadores eléctricos, motobombas de agua, así como tinas y recipientes con adherencias de droga.
El coronel Pedro Solorzano, quien estuvo a cargo de estas operaciones, informó que las fuerzas del orden destruyeron además que fueron destruidos 20 sacos con 1.800 kilos de hojas de coca y fueron incautados dos radios portátiles de comunicación, teléfonos celulares y documentos que serán de vital importancia para las investigaciones.
“Actualmente el kilo de clorhidrato de cocaína está cotizado en US$ 1.300 en la zona de producción. Este ha sido un duro golpe a las mafias del narcotráfico y sus aliados terroristas”, dijo el oficial.
Clorhidrato de cocaína incautado.
Fuentes de la Dirección Antidrogas aseguraron que es evidente la alianza existente entre los remanentes terroristas y las organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem).
Por un lado, los terroristas necesitan solventar sus gastos administrativos y operativos; por otro lado, los narcotraficantes necesitan asegurar sus actividades en la zona, donde -desde hace más de tres décadas- las autoridades nacionales no han podido derrotar a los remanentes del MCPC, a pesar de un sinnúmero de operativos.
El Vraem representa hoy el mayor centro productor de la cocaína en el Perú. Es crucial para los narcotraficantes porque les ha permitido desarrollar en la región un patrón específico de interacción con los remanentes terroristas, ayudándoles -a estos últimos- a financiar su ‘revolución’.
