Dejó su trabajo para emprender con S/50 y hoy triunfa con empresa social sostenible: empezó vendiendo 'piedras'
Aunque Perú es conocido por ser el país con más jóvenes emprendedores en Sudamérica, pocos se arriesgan a comenzar una empresa social. Este es un caso de éxito que nació con la motivación de mejorar uno de los problemas del Perú, la contaminación.
Uno de los aspectos más resaltantes del Perú es su gente, que busca y, muchas veces, encuentra oportunidades de cambio. Es así como una arquitecta se abrió paso en el mundo de los negocios con una empresa social. Luego de indignarse frente a la enorme cantidad de basura que vio en un viaje a la Amazonía y sin muchos recursos, inició vendiendo ‘piedras’ con una inversión de S/50.
Este 2024, Perú volvió a destacar por segundo año consecutivo como el país de Sudamérica con más jóvenes emprendedores, entre 18 y 34 años, según los resultados del estudio ‘Latinoamérica emprende: Un análisis de las Mipymes en la región’, elaborado por el software de contabilidad y facturación electrónica Alegra.com.
¿Es rentable apostar por una empresa social en Perú?
Marissé Alarcón, fundadora de Bamboo Balance, demuestra que es rentable invertir en una empresa social sostenible en Perú, pese a no ser un negocio común. Su motivación para crear esta empresa se remonta a los años en los que aún estudiaba Arquitectura en la Universidad Ricardo Palma y mientras viajaba por el Perú en sus vacaciones.
“Cuando empecé a estudiar mi meta era visitar los 24 departamentos antes de acabar la carrera, pero en todos estos viajes me di cuenta de que había basura, por más lejos o más recóndito que fuera. En 2019, viajé a la isla de los monos, en Iquitos, y para llegar allá hay que pasar por el Puerto Santa Rosa, que estaba repleto de desechos. Me impactó porque a solo 15 metros estaban los delfines”, señaló para el canal de Youtube Gurú Motivación.
Dicha experiencia marcó el inicio de una transformación en la vida de Marissé. Comenzó estudiando el movimiento Zero Waste para reducir la basura en sus hábitos de consumo y lo que empezó siendo un pasatiempo, con el tiempo se convirtió en un emprendimiento.
“Bolsita de tela, desodorantes naturales. Traje desde Dinamarca una copa menstrual, lo comencé a compartir en mis redes y me empezaron a pedir. Nunca había vendido nada, entonces pensé en iniciar en esto y mi primer producto fue la piedra de alumbre. Literalmente comencé vendiendo 25 piedras en una feria del Ministerio de Salud”, indicó.
Luego de cinco años trabajando en su profesión, en gestión, dirección y supervisión de proyectos, decidió empezar en el mundo del emprendimiento.
“Antes de 2020 puse en pausa mi carrera para ver este negocio con mi socio, que es mi pareja, quien me apoyó durante un año cuando comienzo a desarrollar los productos. Hasta que llegó la pandemia y fue un boom porque para ese entonces nosotros ya contábamos con una página web y las compras por e-commerce comenzaron a crecer. Mi pareja repartía los envíos en bici en pleno covid-19”, sostuvo.
Luego de un año, su madre y su pareja, quien actualmente está a cargo de la parte de logística y finanzas, se sumaron a la iniciativa.
Marissé Alarcón empezó vendiendo piedras. Foto: Bamboo Balance.
¿Qué es Bamboo Balance?
Según señala la propia página web de Bamboo Balance, la empresa busca lograr el balance entre el ser humano y la naturaleza, con pequeñas acciones que ayuden a las personas a migrar hacia hábitos más sostenibles y saludables, mediante productos innovadores diseñados de forma circular, respetando el comercio justo, productos de alta calidad y eficacia para toda la familia.
“Es un emprendimiento de triple impacto: social, económico y ambiental, que ofrece alternativas sostenibles a los desechables de un solo uso a través de productos reutilizables que hacemos de la mano de comunidades nativas, productores locales y en un 97% nuestros productos peruanos que generan empleo local”, detalló Marissé.