Sociedad

Ingeniera de la UNAC dejó su trabajo para crear su propia empresa exportadora: "Cuando se inicia no hay feriados"

Desde su época universitaria, Pola Guanilo junto a su esposo compró un terreno en Ventanilla, donde luego tendría una exitosa compañía desarrolladora de indumentaria de seguridad e higiene, que se convertiría en la primera empresa peruana de fabricación de mascarillas

Ingeniera de la UNAC dejó su trabajo para crear su propia empresa exportadora: "Cuando se inicia no hay feriados". Foto: composión LR/UNAC/RyG
Ingeniera de la UNAC dejó su trabajo para crear su propia empresa exportadora: "Cuando se inicia no hay feriados". Foto: composión LR/UNAC/RyG

Si bien muchos profesionales exitosos estudiaron en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) y en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), algunos egresados de la Universidad Nacional del Callao (UNAC) también han sabido orientar su camino y llegar lejos, como el ingeniero al que nadie le abrió las puertas en Perú y hoy triunfa en Suecia o como Pola Guanilo, una ingeniera de alimentos que dejó su trabajo y hoy triunfan con una empresa que vende y exporta indumentaria de seguridad e higiene para el sector alimentario, hospitalario e industrial, que cuenta con sucursales en Bolivia, Brasil y en los Estados Unidos.

Con las iniciales de los apellidos de Johnny Rossetti, ingeniero mecánico, y Pola Guanilo, ingeniera de alimentos, nació RyG en 2003, la primera empresa peruana de fabricación de mascarillas, que desde sus inicios se ha mantenido en el distrito de Ventanilla, en el Callao, con un 95% de trabajadores de la zona.

¿Quién es Pola Guanilo?

Pola es cofundadora de R&G y vicepresidenta de la Sociedad Nacional de Industrias. Estudió en la UNAC cuando tenía un currículo alemán, que era más técnico. De hecho, indica que incluso la institución se llamaba Universidad Técnica del Callao y que desde el primer ciclo llevó cursos de introducción a las tecnologías.

“Llegar a la universidad y poder desde un inicio comenzar a fabricar yogures, quesos, todo tipo de industria de alimentos, era algo que me encantaba hacer y creo que la universidad me brindó muchas prácticas en los primeros ciclos y eso me dio la posibilidad de ver cómo transformar cada producto”, señaló.

Pola Guanilo cuenta en el canal de Youtube Gurú Motivación que desde que estudiaba en la UNAC tenía la ilusión de hacer una empresa industrial junto a su esposo, a quien conoció en dicho centro de estudios.

“Compramos un terreno en Ventanilla, no lo pudimos cercar porque éramos universitarios y estábamos con los límites de dinero, pero poco a poco fuimos construyendo la compañía. Comenzamos fabricando un producto y comprando los demás para luego venderlos. Después, vimos cuáles tenían mayor demanda para desarrollarlos. Con el tiempo nos hemos convertido en una industria muy importante en el sector, sobre todo de indumentaria descartable, que va dirigido al sector alimentario y médico”, cuenta.

Luego de casarse en 2002, a los 24 años, su esposo renunció a su trabajo para intentar hacer una empresa metal mecánica, mientras ella trabajaba en Braedt. Pola narra que una vez le llevó a Johnny una bota de plástico descartable, que usaban los visitantes para entrar a la planta de fabricación de la reconocida empresa de embutidos y que en ese momento la compañía exportaba desde Estados Unidos, para preguntarle si podría hacer una máquina con la que fabricar ese producto.

“Me dijo claro que lo hago y salió una máquina de uno en uno, pero la hizo, y ese fue el primer producto de RyG, la bota plástica descartable”, menciona.

Con el tiempo, le pidió permiso a su jefe de producción para tener un horario más temprano, de 5 a.m. a 3:30 p.m., con el fin de luego del trabajo visitar a sus primeros clientes, que eran empresas de Ate, cercanas a la dependencia de Bread. Cuando tuvo seis clientes, decidió renunciar.   

 Pola Guanilo y Johnny Rossetti compraron un terreno en Ventanilla cuando aún estudiaban en la UNAC. Foto: Pacífico Business School.<br><br>

Pola Guanilo y Johnny Rossetti compraron un terreno en Ventanilla cuando aún estudiaban en la UNAC. Foto: Pacífico Business School.

¿Cómo empezó RyG?

“Hemos tenido que sacrificar muchas cosas. El inicio siempre requiere mucho esfuerzo, tiempo, dedicación y sobre todo el poder solucionar problemas rápidos”.

Así Pola describe sus inicios, en los que recuerda que usó su casa como oficina hasta cuando tuvo a su segundo hijo. En determinado momento, pensó en desarrollar mascarillas con alta filtración, para que quien lo utilice no pueda contaminar alimentos o a otras personas que estén a su alrededor. En 2009, fabrica aquel diseño con una eficiencia del 99.9.

Actualmente, tienen una línea de telas no tejidas que son la materia prima principal para hacer mascarillas, ropas médicas, cubrezapatos y diversos productos relacionados. Cuenta con sucursales en Bolivia, Brasil, Colombia y en los Estados Unidos.

“Nos hemos integrado verticalmente en la fabricación de estos productos con la intención de mantener un estándar de calidad desde la materia prima, que nos permita certificarnos y poder exportar”

De los 380 colaboradores de RyG, el 95% vive en Ventanilla. Pola espera que un día aquel distrito chalaco mejore y destacó que su ubicación es estratégica, por su proximidad a Chancay y al Puerto del Callao.

“Tengo ese sentimiento por Ventanilla porque, aunque no viví ahí, soy de la Universidad Nacional del Callao y es un distrito que pertenece al Callao. Además, toda la empresa empezó a de cero en esa zona y la gente nos ha ayudado. Tal vez no podamos cambiar todo el Perú, pero sí podemos cambiar su entorno, eso nos hemos propuesto. Si vas al lugar donde estamos nosotros y vas a ver los árboles que están al lado de los humedales, los hemos puesto nosotros, muchas de las cosas que hay alrededor han sido propiciadas por nuestra compañía”, indicó.