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Sociedad

La peligrosa ruta al “éxito” de los peruanos que buscan llegar a EE.UU.

Dura travesía. Compatriotas que cruzan fronteras tras un futuro que creen será más prometedor enfrentan numerosos peligros. Pese a las normas antimigrantes cada vez más severas, como la Ley SB4 en Texas, cerca de 300 peruanos ingresan al día a EEUU, indica la cónsul en Nueva Jersey, Patricia Ráez.

Los compatriotas que intentan ingresar ilegalmente a los EEUU se enfrentan a leyes extremas antimigrantes. Foto: difusión
Los compatriotas que intentan ingresar ilegalmente a los EEUU se enfrentan a leyes extremas antimigrantes. Foto: difusión

En medio de la complejidad que rodea la crisis migratoria en el Perú, cada día más peruanos cruzan la frontera entre México y Estados Unidos en busca de mejores oportunidades o para escapar de situaciones adversas en la tierra natal. Muchos emprenden un viaje lleno de incertidumbres y sacrificios inimaginables.

Según reveló la cónsul de Perú en Nueva Jersey, Patricia Ráez, alrededor de 300 peruanos ingresan diariamente a Estados Unidos a través de México, una cifra que no contempla a aquellos que llegan por vías aéreas con visas, ni a los que logran cruzar la frontera sin ser detectados por las autoridades migratorias.

Este fenómeno se desarrolla en un contexto legal cada vez más complejo, como la decisión del Tribunal Supremo de Justicia que permite la entrada en vigor de la temida ley SB4 en Texas.

La SB4, una de las leyes antiinmigrantes más severas en la historia de Estados Unidos, criminaliza el ingreso irregular al estado de Texas, castigando a los infractores con penas de hasta 20 años de prisión, e incluso permite la expulsión sin juicio previo.

 Terrible. Uno de los momentos más aterradores de querer un nuevo futuro. Muchos no logran cruzar. Foto: difusión

Terrible. Uno de los momentos más aterradores de querer un nuevo futuro. Muchos no logran cruzar. Foto: difusión

En este contexto, los peruanos migrantes se enfrentan a obstáculos cada vez mayores en su búsqueda de una vida mejor. Ante el incremento de intentos de cruce fronterizo ilegal a Estados Unidos, el Gobierno mexicano ha anunciado que se reinstauraría el requisito de visa para peruanos. Es decir, dichos compatriotas enfrentan problemas legales al inicio de su travesía así como riesgos como el robo de pertenencias, ser comercializados a criminales quienes los sujetan a chantaje, sufrir abusos tanto sexuales como físicos e incluso a perder la vida.

Extorsión los obligó a salir del Perú

En medio de un incremento alarmante de la delincuencia en San Martín de Porres, Alan, de 48 años, propietario de una sanguchería y coordinador de seguridad en su calle, se vio forzado a tomar una drástica decisión. “Números extraños” y amenazas de muerte lo llevaron a vender todo y emprender viaje a Estados Unidos.

Con su esposa y su hijo de 14 años buscaron refugio en tierras extranjeras. Optaron por un tour que los llevó a Cancún y Monterrey, donde contactaron a un coyote. Su odisea comenzó cuando ingresaron a un hotel –gestionado por coyotes– donde se unieron a migrantes de diversas nacionalidades. Dos intentos fallidos de cruzar la frontera los llevaron a una ardua travesía por montañas y ríos, con el miedo como compañero constante.

“Nos metieron en una maletera”, relata Alan.

A pesar de los peligros, su mayor preocupación era la seguridad de su hijo asmático, quien luchaba contra la enfermedad mientras cruzaban el río Bravo hacia la frontera estadounidense. Mientras la situación se volvía más tensa describió cómo “al frente veía las luces de la policía de Estados Unidos y veía los alambres con púas que cortaban”.

En territorio estadounidense las autoridades los trataron con dureza, agrupándolos en un campamento conocido como “la hielera”. Separados durante días y sometidos a interrogatorios y condiciones precarias, la familia se enfrentó a una prueba extenuante antes de ser trasladada a refugios temporales. Permanecieron casi 12 horas en el lugar, donde las autoridades los trataban con extrema rigurosidad. “Nos decían ‘ustedes están en prisión y no tienen ningún derecho, no tiene por qué ser tratados como reinas, han cometido un delito’”.

 Incertidumbre. El sueño de una vida mejor puede resultar en un verdadero tormento. Pocos logran vencer la travesía y llegar a su destino. Foto: difusión

Incertidumbre. El sueño de una vida mejor puede resultar en un verdadero tormento. Pocos logran vencer la travesía y llegar a su destino. Foto: difusión

Hoy, al ser consultado sobre si la decisión que tomó fue la correcta, señala: “Cuando veo las noticias de Perú y veo la situación del país, me doy cuenta de que la decisión fue la mejor. Mi familia hoy está en paz”. Pero aconseja: “Es mejor ir por la ruta legal”.

En busca de su pareja

Miguel, un joven de 22 años, tomó la difícil decisión de abandonar el Perú, en busca de un futuro más prometedor en Estados Unidos. Con estudios universitarios en ingeniería y trabajos temporales, sentía que su vida no avanzaba como deseaba. Su enamorada fue el motivo principal para salir, ya que, meses atrás, ella también se había ido al país norteamericano.

Su travesía estuvo marcada por la intervención de coyotes, quienes le cobraron 1.000 dólares por guiarlo a través de la frontera.

También estuvo en la cárcel fronteriza diez días, luego fue trasladado a un centro penitenciario. “En la correccional teníamos camas para dormir, alimentos y ahí sí pude comunicarme con mi familia”, dice. Aunque las condiciones en la correccional eran relativamente mejores que en “la hielera”, Miguel aún estaba lejos de la libertad. La noticia de su deportación fue un golpe devastador.

Después de su última audiencia, último intento para quedarse el país, recibió la orden de deportación y fue trasladado nuevamente esta vez al aeropuerto para su partida.

“Fue frustrante porque ya no podía hacer nada más”, añade, recordando la sensación de impotencia. Tras semanas de espera, fue devuelto a Perú en un vuelo privado, enfrentando el doloroso regreso a casa con pocas pertenencias y un peso emocional abrumador.

Por un mejor futuro para su hija

Bruno, un joven peruano de 26 años, se aventuró a cruzar fronteras. Con un empleo estable en Perú, pero con el nacimiento de su hija, la perspectiva de un futuro más prometedor se volvió una urgencia para él. No imaginaba el giro que tomaría su vida cuando su le solicitó a su tía el contacto de un coyote. Comenzó como un viaje ‘ordinario’ hacia Cancún para celebrar su cumpleaños. Pronto se vio envuelto en una situación aterradora cuando fue dejado solo en una casa cerca del muro en Mexicali. “Ahí ya tenía miedo, vi muchas maletas, ropa, y no había nadie más que yo”, expresó.

La situación se volvió más angustiante cuando se vio obligado a escalar el muro hacia California junto a otros migrantes. “El muro tenía unos cinco metros y teníamos que trepar, había mucho calor y los fierros quemaban”, relató. Ayudaba a una compañera que se lastimó cuando intervino la policía y huyó el coyote que los acompañaba.

Fue trasladado a la “hielera”. “Ahí escuché a otros decir que al cruzar por el río se mataron entre coyotes” por un enfrentamiento por el control del territorio. Tras semanas de incertidumbre, el joven padre de familia fue trasladado a un centro de detención en California donde pudo comunicarse con su familia. Luego sería liberado para iniciar otra vida. “Toda esta situación me hizo madurar bastante, fue tan difícil”, reflexiona Bruno.

Especialistas reaccionan

Para Nancy Arellano, directora de Proyectos de Integración en CEDRO y fundadora de Veneactiva, “es importante entender que estas rutas migratorias están controladas por mafias asociadas a redes de crimen organizado transnacional, del tráfico de personas y del narcotráfico liderado por carteles de diversos países”.

“Este negocio es un fenómeno millonario, la realidad es catastrófica para miles de personas que se enfrentan a la falta de seguridad y condiciones inhumanas en su travesía migratoria”. Sobre la posible imposición de visas a los peruanos que deseen ingresar a México, dijo: “Sería establecer nuevas barreras y empujar a la gente a tomar rutas aún más peligrosas”.

 Pesadilla. Detenidos enfrentan condiciones precarias hasta que se decida su situación. Foto: difusión

Pesadilla. Detenidos enfrentan condiciones precarias hasta que se decida su situación. Foto: difusión

Enrique Vargas, director del Taller de Asuntos Públicos, considera alarmante el peligro para los niños, considerados especialmente valiosos por las organizaciones criminales. Subrayó la importancia de considerar los riesgos antes de emprender el viaje; sin embargo, en caso de haberse tomado la decisión, dijo que es necesario informar constantemente la ubicación y personas con las que viaja. “Es importante tener redes de apoyo, saber quién los va a recibir, que sea de confianza. Siempre andar reportando al lugar base, y decir quién los acompaña, para no perder el rastro”, afirmó.

Instó a la comunidad peruana y autoridades a trabajar en conjunto para hallar soluciones que garanticen una migración segura y digna.

El dato

Los compatriotas que intentan ingresar ilegalmente a los EEUU se enfrentan a leyes extremas antimigrantes, la detención y la posible deportación. Pueden perder la vida en su intento.