"Me toca": la campaña que llama a la comunidad a prevenir el embarazo en adolescentes
En el Perú, cada hora, seis adolescentes de 15 a 19 años se convierten en madres.
El embarazo y la maternidad en adolescentes tienen un impacto socioeconómico que genera grandes brechas educativas y laborales en las mujeres. Según el Ministerio de Salud, en lo que va del 2023, un total de 28,648 adolescentes de 12 a 18 años se han convertido en madres.
Por ello, en el marco del Día Mundial de Prevención del Embarazo en Adolescentes; el Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (Promsex), Centro Ideas, Igualdad y Desarrollo y Fordes; continúan con la campaña “Me Toca”, esta vez, para crear conciencia sobre el rol que tienen diferentes actores de las comunidades para prevenir el embarazo en adolescentes.
La ESI como una respuesta comunitaria
En promedio, 6 adolescentes se convierten en madres cada hora en el país, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Esta cifra alarmante demuestra lo urgente que es reforzar el trabajo para prevenir el embarazo, que es no deseado en un 52.1 % de los casos.
Si bien la Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas es importante, y un derecho de las y los estudiantes; es también posible complementarla, o en caso no se venga impartiendo, desarrollar programas y estrategias de ESI fuera de la escuela; en otros espacios, que incorporen a las familias, agentes barriales, centros de salud; donde también toca hablar sobre derechos sexuales y reproductivos a las y los adolescentes.
La movilización comunitaria es una herramienta efectiva para que más personas promuevan la ESI con el fin de reducir las cifras de embarazo en adolescentes. Para conocer más sobre ello, pueden visitar embarazoadolescente.promsex.org
Una comunidad comprometida
En Lima, un 43 % de madres y padres indicaron que no hablan con sus hijos sobre el uso de métodos anticonceptivos. Esta realidad debe cambiar. Para Rossina Guerrero, directora de Programas de Promsex, la ESI fuera de la escuela es una oportunidad para involucrar a la familia y a toda la comunidad.
“La ESI, como una estrategia comunitaria, previene embarazos y la violencia de género. Permite tomar decisiones a tiempo, involucrarse en el autocuidado y cuidado mutuo”, sostiene. Algunas actividades que la comunidad puede impulsar, de manera organizada, pueden ser desde pasacalles, teatro callejero hasta charlas y ferias informativas que promuevan la salud sexual y reproductiva.
Llamar a que la familia y el barrio puedan comprometerse, en alianza con especialistas y organizaciones, para prevenir el embarazo en adolescentes contribuye a fortalecer los derechos sexuales y reproductivos. Las y los adolescentes tienen derecho a construir sus proyectos de vida, de manera libre, informada y sin violencia.
Educación sexual integral para prevenir y transformar, en la escuela y en la comunidad
Foto: Promsex
Patricia Andrade. Asesora de Dirección de Programas de Promsex.
Cada día, 4 niñas entre 10 y 14 años se convierten en madres, y cada hora, 6 adolescentes de 15 a 19 años. Son embarazos no deseados, en su mayoría productos de violación, con importantes consecuencias personales y sociales: interrumpen la trayectoria educativa y reproduce el círculo de pobreza.
No son hechos aislados, sino expresión de concepciones arraigadas que enfatizan el fin reproductivo de la mujer y su imagen como objeto sexual y subordinado; un problema complejo que compromete a todos.
La Educación Sexual Integral (ESI) comunitaria es una estrategia que puede prevenir el riesgo y promover cambios para erradicar estas concepciones. Mediante una articulación entre sectores, retorna la responsabilidad del cuidado a las personas adultas de la comunidad para transitar de un rol pasivo e indiferente a uno activo en la prevención, identificación y denuncia de situaciones que violentan el bienestar, la seguridad y el desarrollo integral de la niñez y adolescencia.