Sociedad

Lizeth Atoccsa, el talento de Beca 18 que triunfa en TikTok: "quiero ayudar a mi distrito"

Lizeth Atoccsa, quien vive en lo más alto del asentamiento humano Cerro de Puquio, tiene casi un millón de seguidores en TikTok y un promisorio futuro como ingeniera industrial. Conoce su inspiradora historia.

La tiktoker peruana Lizeth Atoccsa es beneficiaria del programa Beca 18. Foto: composición LR/@liii.zeth
La tiktoker peruana Lizeth Atoccsa es beneficiaria del programa Beca 18. Foto: composición LR/@liii.zeth

Lizeth Atoccsa fue consciente desde muy pequeña que para salir adelante su única alternativa era estudiar muy duro. Esta fue la primera lección que aprendió de sus padres, dos ayacuchanos que llegaron a la capital huyendo del terrorismo. Víctimas de las circunstancias, ambos no lograron terminar la secundaria, por lo que decidieron concentrar todos sus esfuerzos en hacer que su historia no se repita ni con ella ni con su hermanito.

Lizeth cuenta que, desde que nació, ha vivido en lo más alto del asentamiento humano Cerro del Puquio, en San Juan de Miraflores. Y aunque podría haber estudiado en colegios estatales de su zona, ella prefería levantarse a las 5 de la mañana y pasar más de una hora en el transporte público con tal de estudiar en una institución educativa emblemática que le permita tener mejores oportunidades en el futuro. Y así fue. Hoy, Lizeth se encuentra cursando el quinto año de la carrera de Ingeniería Industrial en una de las universidades más caras del país, todo gracias a su esfuerzo.

Lizeth Atoccsa y su lucha por ingresar a la universidad

Está de más decir que su vida nunca ha sido sencilla. Ella, al igual que los miles de personas que viven en asentamientos humanos, tiene que luchar contra el inclemente clima, la falta de agua potable y las carencias económicas.

Al terminar la secundaria, Lizeth quería continuar con el plan que se había trazado desde niña e ingresar a San Marcos. Uno de sus primos ya lo había logrado y ella no pensaba quedarse atrás. Con la motivación a tope, empezó a estudiar en una academia y aunque no logró alcanzar vacante en su primer intento, estaba dispuesta a continuar con su preparación. Sin embargo, justo en esa época, se presentaron problemas familiares que no solo afectaron emocionalmente a su entorno más cercano, sino que también perjudicaron su estabilidad económica.

"Todo eso me afectó bastante. Mis padres contra todo pronóstico me seguían pagando la academia, pero ya no era lo mismo. Yo sentía que me faltaba mucho para ingresar y estaba preocupada porque no quería quedarme sin estudiar. Fue ahí donde decido postular a la Beca 18", menciona Lizeth en conversación con La República.

 Lizeth Atoccsa ingresó a la UPC en el 2020. Foto: UPC

Lizeth Atoccsa ingresó a la UPC en el 2020. Foto: UPC

Ella ya sabía de esta beca desde el colegio, pero nunca se animó a postular porque creía que, al finalizar su carrera, tenía que trabajar gratis para el Estado. Y aunque al leer las bases del concurso, se enteró de que eso era una mentira, igual estaba dispuesta a hacerlo con tal de iniciar sus estudios universitarios. El proceso de selección fue especialmente duro para ella porque tuvo que inscribirse, rendir el examen, hacer todo el papeleo, sola y en silencio: lo menos que quería era aumentar una desilusión a los problemas de sus padres.

"Solo les dije a mis papás cuando ya había sido seleccionada. Al principio, no entendieron la magnitud de lo que eso significaba e incluso se molestaron porque no les había dicho nada, pero cuando les expliqué cómo había sido todo, se emocionaron y me dijeron que estaban orgullosos de mí", recuerda. Así fue como se convirtió en becaria de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), una de las instituciones educativas más caras y prestigiosas del Perú.

TikTok y su magia

Para algunas personas, todavía es difícil aceptar que la pandemia también trajo eventos positivos, pero para Lizeth no. Durante el aislamiento social, le pasaron cosas increíbles y ella no lo niega, ya que, aunque fue una etapa de mucha incertidumbre, pudo iniciar sus clases en la universidad, comprar una laptop y obtener su primer celular.

Además, la soledad del encierro obligatorio la motivó para crear contenido en las redes sociales con la que la gente se sienta identificada. "Durante la pandemia, TikTok empezó a pegar bastante y como ya tenía celular pude descargar la aplicación y ver de qué trataba. Ahí me di cuenta de que no solo eran bailes, como yo pensaba, sino que la gente también compartía su día a día a través de blogs. Se grababan cocinando, ordenando su cuarto, limpiando, haciendo un montón de cosas, pero lo que más me llamo la atención es que nadie mostraba mi realidad. Nadie se grababa desde un asentamiento humano, entonces me animé a hacerlo yo".

 Lizeth Atoccsa también hace contenido para YouTube. Foto: captura YouTube <a href="https://www.youtube.com/@LizethVlogger">LizethVlogs</a>

Lizeth Atoccsa también hace contenido para YouTube. Foto: captura YouTube LizethVlogs

Si bien al principio le daba un poco de vergüenza grabarse recogiendo su agua en baldes o mostrar su casa, su intención de motivar a las personas siempre pudo más. "Yo no soy la única en el país que vive así. Somos miles y miles de personas y quisiera que haya contenido con el que se sientan identificados", expresa.

Sus videos resultan muy inspiradores entre los estudiantes por la manera en qué se organiza: se despierta temprano, tiende su cama, se prepara un desayuno saludable que, por lo general, incluye jugos y panqueques de avena, se va a la universidad, cocina su almuerzo y, después, nuevamente retorna a los estudios. 

Actualmente, Lizeth tiene casi un millón de seguidores y ya realiza colaboraciones con algunas marcas, la mayoría de ellas ligada al mundo educativo. Esto le ha permitido mejorar su situación económica y, de alguna manera, ayudar a sus padres con los gastos de la casa.

El futuro de Lizeth Atoccsa

La tiktoker peruana ya se encuentra en la mitad de su carrera universitaria y cada día le gusta más. "Hasta ahora no he jalado ningún curso", dice con orgullo y expresa que tampoco tiene la intención de hacerlo.

Ella quiere irse a estudiar al extranjero para observar cómo se vive en las grandes ciudades y con los conocimientos que adquiera ayudar a su comunidad. "Con todo lo que he aprendido en la universidad, me gustaría poder darle una mano a la gente que vive cerca a mí, en mi asentamiento. Quiero ayudar a mi distrito y demostrarles que con educación sí se puede salir adelante".