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Sociedad

Aimaras y camioneros activan protestas sociales por renuncia de Dina Boluarte

El sur se prende. Desde la plaza de Juli, en Puno, 15 buses y vehículos partieron rumbo a Lima para exigir la renuncia de Dina Boluarte. Por su parte, dirigentes de transporte de carga anuncia un apagado de motores de 7 días.

Se embarcan a Lima.  Aimaras se congregaron en la plaza de Juli para embarcarse rumbo a Lima. Participarán en la llamada segunda toma de Lima. Foto: La República
Se embarcan a Lima. Aimaras se congregaron en la plaza de Juli para embarcarse rumbo a Lima. Participarán en la llamada segunda toma de Lima. Foto: La República

Antonio Quispe Vilca (49), caminó tres horas para llegar a la ciudad de Juli, al sur de Puno y embarcarse al bus que lo trasladó a Lima. Al igual que él, cientos aimaras partieron a la capital para insistir con la renuncia de la presidenta Dina Boluarte.

Antonio se despidió de su familia por tiempo indefinido. En una mochila cargó alimentos: chuño, papa, hoja de coca, pan, frutas, ropa personal, entre otros.

“Hablan de democracia, pero nuestra voz no es escuchada. No queremos a Dina Boluarte. Que renuncie. Sólo así va a regresar la calma. De lo contrario esto no va parar”, aseguró Antonio Quispe, segundo antes de subirse al bus con destino a Lima.

Este nuevo viaje a Lima fue anunciado el lunes 20 de febrero cuando miles de aimaras, llegaron a la ciudad de Puno, para anunciar la campaña: “volveremos y seremos millones”.

Según cifras del comité de lucha de la zona sur de Puno, viajan a la capital alrededor de 5 mil en 15 buses y vehículos menores. Sus coterráneos los despidieron entre abrazos y al compás de banda de músicos, conjuntos de Sikuris, tarkadas y pinkilladas.

La convocatoria fue en todas las comunidades de las provincias de Puno, Ilave, Chucuito-Juli, y Yunguyo. Al llamado asistieron exlicenciados que sirvieron al ejército peruano.
Fueron sus propios pueblos los que los decidieron financiarlos por acuerdo. Quienes se quedan no solo mantienen la huelga indefinida, sino que costearán la presencia de sus representantes en la capital en el tiempo que sea necesario.

“Acá no hay narcotraficantes ni mineros ilegales. Trabajamos y entre todos nos acotamos para enviar a nuestros representantes ”, dijo Clotilde Ñaupa de la zona baja de Ilave.
Los viajeros primero se empadronaron. Registraron sus datos personales, comunidad, números de celulares de contactos directos para que sus parientes sean informados de ocurrir algún percance.

En Juli, la ciudadanía les dio aportes voluntarios para su estadía y alimentación. Recurrieron a polladas, colectas por casas, barrios y comunidades.

Puno tiene 13 provincias y la meta que se han propuesto es enviar por cada provincia entre dos mil a tres mil quechuas y aimaras. Por ahora solo parten 1.500 personas por cada localidad.

En las siguientes horas, viajarán a Lima representantes de las provincias de la zona norte de Puno.

Confirman paro

Los aimaras y quechuas no son los únicos que activan las protestas después de un breve letargo.
Un sector de transportistas de carga pesada, paralizará sus actividades entre el 2 y 8 de marzo. También piden la dimisión de Dina Boluarte y justicia para los más de 60 muertes durante las protestas.

El llamado a paro fue realizado por el Frente Nacional de Transportistas. Su vocero, Javier Corrales, precisó que no bloquearán carreteras, sino que se quedarán en sus respectivos garajes y no saldrán a trabajar. No descartan que la medida de fuerza se extienda.

Corrales cuestiona al gobierno de Dina Boluarte por no querer dar salida a la crisis política, que según el dirigente, mermó hasta en un 60% las operaciones de los transportistas de carga pesada. El clima de protestas empezó el 7 de diciembre del año pasado, con el fallido autogolpe del expresidente Pedro Castillo.

Refirió que los camioneros recién toman una acción de lucha gremial ante la prolongación de la crisis y por la actitud represiva que tomó el gobierno contra las protestas.
Añadió que, si bien disminuyeron las vías bloqueadas, la crisis política está lejos de resolverse. Recordó que en Puno se mantienen las manifestaciones.

Acerca de la paralización en Puno, informó que hay 30 transportistas peruanos y 800 bolivianos varados en la frontera con Bolivia. Opinó que la cifra demuestra que el mercado peruano de carga está repleto de camioneros del país altiplánico, razón por la cual en anteriores protestas gremiales pedían regular la competencia extranjera.