Huelguistas atacan mineras Antapaccay y Hudbay
Daños. En la compañía minera localizada en Espinar se invadió y quemó parte del campamento. El dirigente Fredy Llayque justificó la invasión. Sobre los robos dijo que “las pertenencias de la compañía” también pertenecían a la comunidad.
Los actos de vandalismo no cesan en Cusco. En las últimas 48 horas, las compañías mineras Antapaccay y Hudbay sufrieron ataques en sus instalaciones.
Lo más grave se produjo ayer en la provincia de Espinar. Un grupo de manifestantes invadió el campamento minero de Antapaccay y provocó destrozos. Fue una represalia a la negativa de la minera a cesar sus operaciones y resistirse a elaborar un comunicado en donde debía pedir la renuncia de Dina Boluarte.
Al mediodía, la turba llegó marchando por la carretera luego de haber roto el diálogo con los representantes de la empresa minera que se negaban a paralizar sus operaciones de manera definitiva.
Tres horas antes de la invasión, Antapaccay había emitido un comunicado en la que restringía sus actividades en 38%, sin embargo, para los espinarenses esto no era suficiente.
Los trabajadores de la empresa minera atemorizados reportaron el avance de la turba con dirección al campamento. Mientras los manifestantes declaraban a un medio de comunicación local que su objetivo era tomar la instalación si la empresa no accedía a frenar sus operaciones.
Ya en el campamento, los manifestantes volvieron a dialogar con los representantes de la minera. Sin embargo, desde otro punto, alrededor de 30 personas, ingresó burlando el cerco perimétrico. Minutos después el gentío sobrepasó las 100 personas.
Por lo captado en las cámaras de seguridad prendieron fuego en siete puntos. Todo se convirtió en una inmensa humareda.
Las imágenes evidenciaban también a un grupo de 15 personas saqueando bienes de la empresa y pertenencias de los trabajadores. El suceso duró 4 horas y media. La situación fue controlada luego de que los intrusos abandonaran las instalaciones robando lo que encontraban a su paso.
Hasta el cierre de este informe no se reportaron heridos y las pérdidas aún no fueron contabilizadas, aunque ya se descartaron atentados contra la planta.
Por su parte, el dirigente provincial Fredy Llayque, le dijo a La República, que los manifestantes no iniciaron el fuego, pero aceptó que ingresaron por la fuerza.
“Las bases ya nos informaron, los manifestantes no iniciaron el fuego. Si entraron por la fuerza y fue porque la minera no respondió de manera positiva a nuestra petición de frenar sus operaciones por solidaridad, es más nos dijeron que iban a trabajar hasta por la noche. Eso causó indignación”, dijo Llayque.
Sobre los saqueos, el dirigente sustenta que hubo un grupo a los que calificó de delincuentes. Aunque al final de su discurso no condenó los robos en el campamento, indicó que las comunidades también tienen derecho a las pertenencias de la minera.
Una situación similar se vivió un día antes en la provincia de Chumbivilcas, con ataques a vehículos de empresas que trabajan con la minera Hudbay. Los delincuentes se enfrentaron a empresarios locales, no lograron ingresar a las instalaciones, pero le prendieron fuego a retroexcavadoras, excavadoras, volquetes, minibuses y camionetas que se encontraban al pie de la carretera.