Gran Orquesta de Domínguez sufre grave accidente
Sociedad

Nicolás Santa Gadea y Ángel Torres, los valientes bomberos que todo el Perú llora

Nicolás fue velado en el Callao y Ángel en Chorrillos, en las compañías donde pasaron gran parte de sus vidas. Mientras tanto, cientos de pasajeros siguieron varados y sin respuestas de las aerolíneas por vuelos cancelados y planes frustrados.

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Nicolás Santa Gadea Morales era apenas un niño cuando ya sabía que quería salvar vidas. Desde los tres años iba a la Compañía de Bomberos Garibaldi 7, en el Callao, donde su papá, Roberto Santa Gadea, era comandante, y jugaba entre las máquinas, mientras las sirenas sonaban en el fondo. En ese entonces era muy pequeño para acompañarlo a atender una emergencia, por lo que solo lo observaba con su abuelo al lado, quien le decía que llegaría el momento de sobresalir.

Y no se equivocó. El seccionario CBP, de 23 años, siguió los pasos de su papá, quien era su mayor ejemplo, y logró ser bombero aeronáutico. También se convirtió en un profesional en el que todos confiaban. ‘’Siempre se ha caracterizado por ser un chico muy estudioso. Siempre estaba capacitándose’', comentó la comandante Flor Moya.

Bomberos

Bomberos

El joven incluso había sido propuesto por sus superiores para ser ascendido a subteniente en enero próximo, pero su sueño se vio truncado el último viernes, luego de que un avión de Latam, a punto de despegar, chocara contra un vehículo del equipo de salvamento y extinción de incendios, en el que se encontraba junto a dos compañeros: Ángel Torres García (44), quien también murió en el acto, y Manuel Villanueva Alarcón (31), cuya situación es crítica.

A Nicolás, o Nico como lo llamaban sus compañeros, le gustaba compartir todo lo que aprendía en el trabajo. ‘’Era una excelente persona, un excelente hijo y compañero’', dijo otro comandante de la compañía desde donde salieron para atender emergencias juntos durante años.

Su vocación siempre fue más fuerte que cualquier otro deseo. Por ello renunció a lo que podría haber sido una exitosa carrera en el fútbol con el equipo chalaco Sport Boys, que lamentó su muerte y la de Torres.

Un hombre dedicado

A menos de una hora de distancia de Nicolás, en la Compañía de Bomberos Garibaldi 6, en Chorrillos, podía encontrarse al Capitán CBP Ángel Torres. Él era una persona dedicada a su trabajo, pues era su pasión, contó su familia, que vive en Tarapoto y tuvo que ser trasladada a Lima por medio de un vuelo humanitario para estar junto a su héroe en estos momentos.

Su padre, quien lleva el mismo nombre, indicó que se enteró de la muerte de su hijo por medio de las noticias, cuando informaron sobre el accidente. ‘’Me deja mi hijo. Me deja a mí una tristeza (enorme) porque los hijos a los padres nos dan valores, nos dan cariño, nos dan amor, nos dan ternura. Y yo he perdido a uno de ellos’', expresó dolido don Ángel.

Torres, quien solía viajar de manera constante para compartir sus conocimientos, era una persona amiguera y bromista, recuerda su familia. Distintos compañeros que compartieron con él también lo recordaron como un gran profesional.

Una mujer en las redes sociales incluso le dedicó palabras de agradecimiento a Ángel, después de que este rescatara a su hija hace un tiempo. ‘’Un abrazo hasta el cielo (…). Siempre serás nuestro héroe’'.

Nicolás y Ángel fueron velados ayer en las compañías donde pasaron gran parte de sus vidas. Sus familiares y amigos llegaron hasta allí. Ambos lugares estuvieron llenos de flores con mensajes que lamentaban la muerte de los dos hombres de rojo. Las muestras de cariño y solidaridad, de parte de otros cuerpos de bomberos, por lo ocurrido, también fue en diferentes regiones y el extranjero.

Sin respuestas

En tanto, si bien el viernes Lima Airport Partners (LAP) informó que la suspensión de sus operaciones sería hasta la 1:00 p.m. del día de ayer, tuvo que ampliarla hasta las cero horas de hoy, debido a que los trabajos de remoción en la pista de aterrizaje no terminaban.

Pasajeros varados

Pasajeros varados

Cientos de pasajeros sin atención

El accidente generó la cancelación de más de 360 vuelos, por lo que cientos de pasajeros peruanos y extranjeros se vieron afectados.

Desde distintas ciudades del país reclamaron que las aerolíneas no les brindaban respuestas por ninguna vía. Muchas personas también señalaron que nadie les dio viáticos para poder costear su estadía o alimentación.