Comediante trujillano busca un lugar en la escena nacional y despegar en YouTube
Yoshio Ruiz dio sus primeros pasos en un taller de S/ 120 y ya lleva 4 años en el stand up. A mediados de octubre alcanzó el primer lugar en un formato internacional.
Con S/ 120, o al menos eso recuerda, propuso acercarse a lo que alguna vez lo deslumbró hace 12 años cuando todavía era escolar. La inversión en moneda local logró que el ibérico Goyo Jiménez se transfigurara en el peruano Guillermo Castañeda en un taller intensivo. Pasó de presentar un sketch por el Día del Profesor a desempeñarse oficialmente como comediante en vivo. Todo en un lapso de ocho años.
Yoshio Ruiz cursaba el quinto de secundaria, en un colegio privado de Trujillo, cuando se topó —de casualidad— con un video de este arte. Era 2010, tenía 17 años, y el algoritmo de YouTube no era como lo conocemos hoy; sin embargo, pareciera que este material estuvo destinado para él. El stand up aún era incipiente en América Latina y casi impensado que se posicionara en un país acostumbrado a un humor ‘chacotero’.
Este fue el génesis de su camino, de aprendizaje continúo, que fortalece seguido gracias a la cháchara con comediantes afiatados y la cercanía con su coterráneo Guilherme Neyra, con quien comparte un canal en la plataforma de videos de Google.
Inicios
“Nunca fue la intención (vivir de la comedia). Ni siquiera generar dinero”, explicó Yoshio. Y agregó que su propósito era saber sobre su capacidad para hacer que el público se riera con él, como tantas veces lo hizo como un asiduo asistente remoto del Club de la Comedia.
A sus 29 años, recordó con especial cariño su primera presentación en un pequeño bar frente al INC, en 2018. “Era un lugar bien chévere para ser el primer show. Hay lugares peores”, añadió a modo de ‘punch’. Un mensaje en clave que desenmaraña la realidad de la escena de aquellos tiempos.
Mencionó también su primera presentación fuera de Trujillo y la experiencia con un público diferente. “El más difícil, en el poco tiempo que tengo o en los pocos shows que tengo, es el público de Cajamarca. Creo que fue porque tenía una semana de haber empezado y me mandé a otra ciudad. Hay costumbres, hay palabras y no tenía la experiencia para poder manejarla. No me fue mal, pero hubo pocas risas”, reconoció.
En ese ascenso progresivo ya se hizo de su primer galardón. Ocupó el primer lugar y ganó S/ 1.000 en Gatada de Vatos, un versus de comediantes desarrollado en Lima. Se trató de un formato del mexicano Franco Escamilla, replicado en el canal No Somos TV de Jorge Luna y Ricardo Mendoza.
Comediante y sus allegados celebran la obtención del primer puesto. Foto: Yoshio Ruiz
Teorías de la Nada
Otro de los proyectos al que le dedica mucho tiempo es el canal de YouTube. La pandemia, con todo lo malo que supuso (y supone hasta hoy), significó la puesta en marcha de un proyecto. La coacción de las libertades personales impuestas por el Gobierno hizo que Yoshio y Guilherme Neyra repensaran su actividad.
Así nació Teorías de la Nada, cuya primera etapa se subdivide en dos: una con mala señal de internet y otra con buena señal. Inicialmente, en clara relación con el nombre, la dinámica era presentar un tema y llevarlo “a lo absurdo y a lo estúpido”. Y así se mantuvo en la segunda etapa, aunque lo novedoso fueron las transmisiones en vivo del programa, lo cual permitió una interacción real con aquellos que veían su contenido.
Durante la última etapa, que aún está en curso, se graba en íntegro en la capital, hasta donde tiene que viajar casi semanalmente para cumplir con lo establecido. En este nuevo formato presentan invitados, algunos muy reconocidos en el país, y sostienen conversaciones para aclarar o desmitificar ciertos puntos que se plantean allí.
Finalmente, Yoshio pisa tierra y reconoce que ser un poco más conocido que ayer le ha traído más “hate” que buenos comentarios: “Halagos son muy pocos los que te caen. A mí nadie me pide fotos en calle, pero me han reconocido una vez por el video de Teorías de la Nada con Hablando Huevadas. Es parte de, al final tienes que seguir. Gente así siempre va a haber, pero ya depende de ti cómo lo manejas”.