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Sociedad

Por los constantes accidentes de tránsito, piden un puente en Bujama

Los vecinos de esa zona de Mala, provincia de Cañete, cuentan que ese punto del kilómetro 90 de la Panamericana Sur resulta “intransitable y muy peligroso”. Aseguran que la única solución es la construcción de un intercambio vial.

La inseguridad vial se lleva la vida de casi 3.500 peruanos al año, en su mayoría jóvenes menores de 35 años. Foto: La República
La inseguridad vial se lleva la vida de casi 3.500 peruanos al año, en su mayoría jóvenes menores de 35 años. Foto: La República

Siempre fue un punto peligroso. La falta de señalización no advierte la proximidad de un cruce en la Panamericana Sur en el distrito de Mala, al sur de Lima. Por eso, quienes desconocen el lugar, al toparse con ese redistribuidor de tránsito, realizan bruscas frenadas que, muchas veces, terminan en choques o volcaduras, y otras tantas ocasiones con gente atropellada.

Este panorama se vive a diario en la intersección del kilómetro 90 de esa vía con la pista de acceso hacia Bujama y los balnearios del lugar. “Los accidentes son constantes y aumentan en temporada de verano”, dice con preocupación Víctor Rivas.

“El principal inconveniente es que, como es una vía transnacional y de alto tránsito, no pueden existir paraderos informales y encima no hay señalización”, agrega este poblador, que ya ha perdido tres miembros de su familia por accidentes ocurridos en ese ‘cruce de la muerte’

Estos accidentes son más frecuente los fines de semana durante la noche. “Los chicos jóvenes vienen tomados y nadie controla nada. Frenan bruscamente, pero a esa altura es demasiado tarde. Un verano llegué a escuchar cinco accidentes en una misma noche”, señala Rogelio Espinoza, vecino de la zona.

Bujama, Mala

Bujama, Mala. Foto: La República

“Hemos cursado oficios al exministro de Transportes y Comunicaciones, Nicolás Bustamante Coronado, al Congreso de la República y al mismo presidente de la República, Pedro Castillo, para ver esta problemática, pero no nos hacen caso. Acá no hay hora pico. El movimiento es constante durante todo el día, en especial de camiones, ómnibus, autos y motocicletas”, afirma la alcaldesa de Mala, Sonia Ramos Ruiz.

Mala oficio

Oficio enviado al presidente Castillo. Foto: La República

A estos problemas —advierte la burgomaestre— se suman otros, como la gran cantidad de colectivos que paran cerca al cruce. “Como no existe puente, la gente tiene que cruzar por entre los coches, intentando llegar a salvo al otro lado”, señala.

Sabina Rivas realiza este recorrido todos los días para llevar a su hijo a un colegio en Mala: “Es un peligro. Cruzas con miedo a que te atropellen o de que le pase algo al nene. Para colmo, los vehículos ni siquiera te respetan. Necesitamos un puente, urgente”, implora.

La inseguridad vial se lleva la vida de casi 3.500 peruanos al año, en su mayoría jóvenes menores de 35 años. Decimos una y otra vez que es un flagelo, una epidemia, una tragedia, pero, pese a que el diagnóstico es compartido y que las causas de las muertes son siempre las mismas, pasan los años y las cifras no bajan.

¿Qué se tendría que hacer para mejorar? “Mejorar la infraestructura vial en la red que atraviesa nuestros pueblos”, responde la alcaldesa de Mala, Sonia Ramos. Razón no le falta.

La seguridad vial es el conjunto de acciones, estrategias y mecanismos que garantizan una movilidad segura. Ello implica mejorar la calidad de las vías, la seguridad de los vehículos, fortalecer e impulsar la innovación en los procesos de fiscalización en tránsito y transporte.