Empresarios acusan a general PNP Max García de cobrarles cupos
Cobrador en acción. La República grabó en video al suboficial Ray Velásquez cuando cobraba una coima al dueño de una discoteca en plena calle. Velásquez es brazo derecho del jefe de la Macro Región Policial de Lambayeque, quien alegó: “Yo no voy a poner las manos al fuego por nadie”.
Chiclayo. El sábado 25 de junio, a solo tres días de haber sido designado como jefe de la Macro Región Policial de Lambayeque, el general PNP Max García Esquivel dirigió un gigantesco operativo simultáneo en discotecas y night clubes de diferentes puntos de esta ciudad. La finalidad supuestamente era el control de identidad de los asistentes y la búsqueda de menores de edad. Sin embargo, otro era el objetivo: imponer una tarifa o “cupo” a cambio de permitir el funcionamiento de los establecimientos.
La República recogió los testimonios de media docena de empresarios chiclayanos que identificaron al general PNP Max García como la persona que les impuso un “cupo” de 2 a 3 mil soles semanales para evitar la intervención policial.
Los empresarios señalaron que a nombre del general García, su brazo derecho, el suboficial PNP Ray Velásquez Calsín, es quien hace los cobros.
“Antes éramos víctimas de los delincuentes que nos extorsionaban mediante mensajes de texto, exigiéndonos cupos, y si no lo hacíamos nos amenazaban con atentar contra nuestros locales. Sin embargo, ahora son miembros de la propia Policía los que nos extorsionan. A Chiclayo ha llegado una banda de policías que no nos deja trabajar”, manifestó a este diario “Anthony”, uno de los empresarios que prefirió reservar su identidad por temor a represalias.
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Durante las intervenciones policiales, según el testimonio de los empresarios, el suboficial Ray Velásquez contactaba a los propietarios de los locales y les entregaba un número de celular, indicándoles que recibirían una llamada para fijar los montos a pagar.
“Por si acaso, toda la semana se van a hacer operativos. Pasen sus números de celular y también apunten el mío, para ver cómo vamos a arreglar”, le dijo el suboficial Ray Velásquez a “Anthony”, cuyo local había sido intervenido por la policía en una operación liderada por el general Max García.
Una de las modalidades que empleaba el suboficial Ray Velásquez era llamar por teléfono a los empresarios que había contactado y luego los citaba en diferentes puntos del centro de Chiclayo. Incluso se dio el lujo de convocarlos a pocos metros de la sede donde funciona la Macro Región Policial, ubicada en la esquina de las calles San José y Manco Cápac.
El suboficial Ray Velásquez utilizaba el número celular 940 914 481, con el que se comunicaba con los empresarios y a veces les enviaba mensajes por WhatsApp para acordar la entrega del dinero. Se desplazaba en un auto Yaris color azul de placa CGL-659, asignado al despacho del general Max García Esquivel.
Una vez pactado el pago de los “cupos”, el suboficial Ray Velásquez exigía la suma de 3 mil soles semanales para evitar que la policía interviniera sus locales.
Según las declaraciones de los empresarios obtenidas por este periódico, el suboficial Ray Velásquez se presentaba por encargo del general Max García. Incluso llamaba al alto oficial para asegurar que no mentía.
“Mira, compadre, tienes que alinearte nomás. Para el uno (el general Max García) hay que darle 3 puntos (3 mil soles) y para mí un punto (mil soles). Así vamos a trabajar y todos contentos”, dijo el suboficial Ray Velásquez a uno de los empresarios.
“No podemos dar esa cantidad, el negocio está bajo. ¿No hay una rebaja?”, le contestó en una ocasión el empresario “Anthony”, dueño de un centro diversión.
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“No, compadre. Tienes que dar completo. El uno (general Max García) no va a atracar. Ya quedamos en un precio”, le advirtió el suboficial Ray Velásquez.
Los empresarios narraron a La República que el suboficial Velásquez les aseguró que él era el hombre de confianza del general Max García y encargado de coordinar todos los operativos a las discotecas.
“Mira, compadre, en tu delante lo voy a llamar al tío (general) para que veas que no miento”, les indicó a los empresarios.
“Mi general, ya todo está coordinado”, habló el suboficial Ray Velásquez al general Max García.
“Bien, encargarse también de la carretera Pimentel”, contestó el general García.
Otro empresario, a quien llamaremos por razones de seguridad como “Cristhian”, identificó al suboficial Ray Velásquez mediante la base de datos del Registro Nacional de Identidad y Estado Civil (Reniec) como la persona encargada de cobrar los “cupos” a nombre del general Max García. Uno de sus locales también había sido intervenido por la policía.
“El tal Ray (Velásquez) me llamó por teléfono para citarme por las inmediaciones de la Casa Comunal de la Juventud Guillermo Baca, ubicado por la primera cuadra de la avenida Francisco Cabrera. Ray Velásquez llegó en un Yaris azul con lunas polarizadas y me hizo subir a su auto. Luego de varias vueltas, me dijo de frente que había una tarifa para que mi local siga funcionando. Me pidió 3 mil soles y que el dinero era para el número uno. Es decir, para el general (Max García)”.
“Ray Velásquez me había amenazado que iban a intervenir mi local. Y pese a que le increpé que mi negocio estaba en regla, insistió en que de todas maneras iban a hacer los operativos y que yo saldría perjudicado si no pagaba. Así que le entregué 1.500 soles. Ray Velásquez aceptó el dinero, pero me advirtió que el resto lo completara para la otra semana. No tenía otra salida”, relató el empresario “Cristhian”.
Durante el proceso de corroboración de los testimonios de los empresarios, el viernes 15 de julio a las 4 y 15 de la tarde, La República registró en video al suboficial Ray Velásquez en las inmediaciones de La Casa Comunal de la Juventud Guillermo Baca, a espaldas del Ministerio Público y del Poder Judicial de Chiclayo. Se le filmó en el preciso momento que extorsionaba a uno de los empresarios, dueño de un local de diversión.
En las imágenes se observa al suboficial Ray Velásquez conversando en plena calle con un empresario, mirando a todos lados, y luego recibe un fajo de billetes. Incluso se dio tiempo de contar el dinero, que guardó en uno de los bolsillos de su pantalón, sin imaginar que lo estaban grabando.
Secuencia coima Ray Velásquez
Secuencia coima Ray Velásquez
Secuencia coima Ray Velásquez
Secuencia coima Ray Velásquez
Ray Velásquez Calsín ostenta el grado de suboficial técnico de segunda. Tiene 39 años de edad, es natural de Arequipa y es uno de los siete suboficiales del entorno personal del general Max García Esquivel, en la Segunda Macro Región de Lambayeque, de acuerdo con los registros de cambios de colocación de la Dirección de Recursos Humanos de la PNP.
Este diario verificó que el número celular 940914481 que usa el suboficial Velásquez para comunicarse con los empresarios está a nombre de Factor Espinoza Ortiz, un ciudadano de 70 años que radica en Arequipa.
La República entrevistó al general Max García Esquivel para recoger su versión sobre las imputaciones en su contra. Confirmó que el suboficial Ray Velásquez trabaja bajo sus órdenes en el área de ayudantía y que forma parte de su equipo personal.
“Ha trabajado conmigo en Lima norte, donde hicimos buenos trabajos desbaratando una serie de bandas criminales, por eso lo traje a Lambayeque” dijo.
Al ser consultado sobre las imágenes captadas donde el suboficial Ray Velásquez extorsiona a un empresario cobrándole “cupo”, el general García respondió: “Yo no pongo las manos al fuego por nadie. Cada uno es responsable de sus actos. Yo no he recibido a ningún empresario en mi oficina y menos les he pedido dinero. Eso tendrá que investigarse”, señaló.
Recién fue ascendido a general PNP
El general Max García Esquivel ascendió al grado inmediato superior en enero 2022 y fue nombrado como jefe de la Tercera Macro Región Policial de La Libertad. Pero no duró mucho tiempo y el 14 de marzo fue relevado y se le asignó la Dirección de Participación Ciudadana.
Dos meses después, el 22 de junio, García fue cambiado a la Segunda Macro Región Policial de Lambayeque en reemplazo del general PNP Rafael Rios Zavala. Al poco tiempo comenzó con los operativos a las discotecas.