Dueña de hostal: ‘Natacha dijo que regresaba en 5 días’
Revelación. Gladys López, es la última persona que vio a la turista belga desaparecida desde el 24 de enero.
Gladys López es la dueña del hostal La Estancia en Cabanaconde. Fue la última persona que vio a la turista Natacha de Crombrugghe (28), desaparecida desde el 24 de enero. Sin duda, su testimonio es clave y ella lo sabe.
Ayer, en la Plaza España, López descartó que se haya cometido un crimen o algún ilícito en contra de la joven belga. “No tengo nada que ocultar. Entre el cielo y la tierra no hay nada oculto. La prueba de luminol que ya hicieron descartaron un posible asesinato (en el hotel) Hay que tener un poco de sentimiento humano que nosotros somos familia emprendedora y no estamos para hacer mal y nada en la zona de Cabanaconde”, dijo a La República.
Consultado de cómo llegó y que día a su hospedaje, ella contó que su amigo Mirko que tiene un hostal para turistas en Cabanaconde, le llamó para pedirle que aloje a Natacha.
Dijo que la joven que hablaba un español fluido, llegó entre las 7 a 8 de la noche del domingo 23 de enero. “Luego de instalarse en tercer piso, me preguntó dónde preparaban alimentos y yo le dije que en la esquina del movimiento. Se fue para allá y regresó a las 11 de la noche. Me dijo que al día siguiente se iría al Cañón del Colca por cinco días y que le guardara su mochila. Como no tenía más huéspedes, le dije que deje en la habitación y solo le cobraría los 30 soles de esa noche”, aseguró Lopez. Sin embargo, la joven está no habida desde que salió de este local. Gladys López dijo que la turista se fue hacia arriba, no precisamente con dirección hacia Sangalle.
Otro detalle que reveló López, fue que esa noche en el mismo hospedaje, en el cuarto piso, estaba su hermana y cuñado. Mientras su madre y ella, en el primer nivel. Dijo que otra testigo de que Natacha salió de su hospedaje, es su madre.
Hasta el momento, la Policía sigue buscando a la joven sin ningún resultado positivo.
Para mañana lunes se espera la presencia del embajador de Bélgica en Cabanaconde, junto a tres policías de ese país que deben ir con un dron.