Sociedad

Retorno a clases dependerá de cada colegio, padres y posible segunda ola

Cambios en año escolar 2021. Evaluarán tasa de contagio a nivel distrital, servicios básicos y acuerdo con padres para habilitar presencialidad. Maestros podrán continuar con el mismo salón del 2020. Sutep, Unicef y médicos consideran necesaria la vacunación.

¿Presencialidad? La mayoría de escuelas de zonas rurales carecen de servicios básicos. Foto: Andina
¿Presencialidad? La mayoría de escuelas de zonas rurales carecen de servicios básicos. Foto: Andina

A solo dos meses del inicio del año escolar 2021, el Perú enfrenta la aparición de la nueva variante del Covid-19, el acercamiento de una segunda ola de contagios y la falta de vacunas para la mayoría de la población.

Esto hace incierto el futuro de las clases para los más de 8 millones de escolares que el año pasado debieron recibirlas en casa. Por ahora, entre la modalidad remota (a la que no accedieron cerca de 300 mil niños), la presencial o la semipresencial; esta última es la primera opción para la mayoría de casos. Sin embargo, su aplicación dependerá de cada colegio, de los padres, así como de las condiciones epidemiológicas y sanitarias, asegura el Ministerio de Educación (Minedu), el cual aclara que el escenario puede cambiar de un día a otro.

Desde fines del 2020, el sector insistía en que el 2021 será flexible, gradual, seguro y voluntario. Esto, finalmente, será aterrizado entre esta y la próxima semana con la publicación de disposiciones específicas. No obstante, La República tuvo alcances de los principales criterios y otras medidas a aplicarse desde el 15 de marzo. Por ejemplo, los maestros podrán continuar con la misma aula del 2020 y aquellos que son población vulnerable dictarán clases a distancia.

La primera condición

El primer filtro para que una escuela decida bajo qué modalidad arrancará las clases estará basado, principalmente, en el nivel de contagios en su distrito. “El Ministerio de Salud (Minsa) nos dirá si un distrito está verde o rojo. Si es lo primero, está habilitado para avanzar en el proceso si así lo decide”, explica el director de gestión descentralizada del Minedu, José Vera.

Esta medida, no obstante, incluirá excepciones en comunidades campesinas, nativas aisladas y territorios pequeños. También se dará un tratamiento distinto a Lima, dado que muchos escolares se trasladan entre distritos, y en transporte público, para estudiar. El mecanismo aún no ha sido definido.

Tras este primer criterio, la escuela, sea pública o privada, deberá asegurar las condiciones sanitarias mínimas y acondicionamiento de baños. Según el Minedu, esto debe incluir un aforo no mayor a 40% por salón, ventilación, distanciamiento, así como kits básicos de higiene que incluya desinfectante (lejía), alcohol, jabón líquido, papel toalla y, sobre todo, agua. “Para colegios sin fuente directa de agua, el director deberá implementar un recipiente o lavadero de manos”, dice Vera.

Sobre este punto, el ministro de Educación, Ricardo Cuenca, ha reconocido que el 42% de locales escolares (55 mil) necesita una sustitución total de su infraestructura, lo que incluye en ciertos casos la falta de una red pública de agua. “No la tendrán mientras no se haga el trámite. La solución temporal será tanques para tener agua aunque sea para el lavado de manos”. Aseguró que en Lima el acondicionamiento será al 100%.

Sin embargo, la mayor carencia está en las zonas rurales. En estas solo el 13.8% de colegios públicos tiene acceso a los tres servicios básicos (agua, electricidad y desagüe), según informes del Instituto Peruano de Economía (IPE) en base al censo educativo 2019. “En las regiones hay disparidades importantes. En Lima y Callao, el 92% tiene los tres servicios, pero en Loreto y Ucayali, que siempre están rezagados en infraestructura, apenas entre el 7% y 8% tiene acceso”, refiere Yulia Valdivia, economista del IPE.

En relación a la bioseguridad, dice el Minedu, se coordina con las Unidades de Gestión Educativa (Ugel) la entrega de mascarillas para docentes y escolares, y con el Minsa la aplicación de pruebas moleculares o de antígenos para los primeros.

De ser así, se necesitará insumos para 373 mil docentes y 6 millones de niños si solo se toma en cuenta los colegios públicos de educación básica regular.

Tercer criterio: los padres

Después de los criterios epidemiológico y sanitario, el último filtro será la comunidad educativa, integrada por los directores, docentes, padres y estudiantes. Eso quiere decir que ellos, finalmente, deberán estar de acuerdo con el retorno a clases presenciales, semipresenciales o remotas para que recién se evalúe cómo se implementará.

Por ejemplo, en el caso de la semipresencialidad, si antes tenían 40 alumnos en un aula, ahora deberán dividirla por turnos (mañana-tarde) o por días (interdiarios) para cumplir con el aforo y el distanciamiento.

“Se les dotará de autonomía y la Ugel supervisará. Pero si los distritos están en rojo, aunque la comunidad quiera, no se autorizará la apertura”, señala José Vera.

Esta figura es similar a la que se aplicó la segunda mitad del 2020 para el retorno de clases presenciales en zonas rurales con incidencia mínima de Covid-19 y problemas de conectividad. A los maestros se le debía aplicar pruebas de despistaje y la Ugel tenía que dotar de termómetros y mascarillas. No obstante, dirigentes de regiones como Ucayali alertaron de su incumplimiento.

Al respecto, el Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep) cuestiona la autonomía a la que hace referencia el sector. “Todo está supeditado al Minedu. En junio, las autoridades presionaron a los profesores y a la comunidad para firmar las actas y comiencen actividades presenciales. Se debe fiscalizar que ahora la autonomía sí se respete”, dice el secretario general Lucio Castro.

Cambios para docentes

Otra medida prevista para este año es que los docentes continúen con el mismo grupo de alumnos que tuvieron el 2020. Según la resolución ministerial 273-2020, los directores pueden generan condiciones para ello a fin de “garantizar la continuidad de los aprendizajes”. Esto debe priorizarse en inicial y primeros grados de primaria.

La norma, además, prohíbe formaciones en el patio o desfiles. También hace referencia a un horario flexible, el cual podría incluir los sábados sin exceder la jornada laboral docente.

A diferencia de años anteriores, el actual tendrá bloques bimestrales y cuatro semanas de vacaciones. De manera paralela se reforzarán los contenidos del 2020, lo que incluye una evaluación diagnóstica para marzo.

Piden la vacuna

Una de las principales demandas del Sutep con miras a un eventual reinicio de clases presenciales está centrada en la vacunación a los docentes. “La pandemia está recrudeciendo y sin vacuna será complicado regresar. No se da seguridad a la comunidad educativa”, manifiesta el dirigente Lucio Castro.

De hecho, en diciembre del 2020, Unicef pidió que todos los países prioricen a los maestros en la vacunación una vez que se cumpla con la primera línea y la población de alto riesgo.

Sobre ese tema, el ministro Ricardo Cuenca dijo que viene gestionando con el Minsa para que los docentes entren al grupo prioritario. “En el segundo lote tendremos chance, estamos peleando cupo”. Sin embargo, lo que se sabe hasta ahora es que habrá un primer lote en enero y otro en setiembre.

Por lo pronto, si el maestro forma parte de la población vulnerable, deberá realizar su trabajo de manera remota.

Para el infectólogo pediatra de la Universidad Cayetano Heredia Eduardo Chaparro la vacuna es un requisito para el retorno a la presencialidad en las escuelas. A esto le suma el distanciamiento, las mascarillas para todos y puertas abiertas.

“El problema está en los adultos. Si contagian a los niños y ellos van a la escuela, luego llevan el virus a sus casas. Son quienes más rápido reparten. Si, por lo menos, el 60% de población estaría infectada o vacunada, el riesgo sería menor”.

En ese sentido, señala que se debe realizar vigilancia en diversas localidades. En aquellas donde se registre un porcentaje similar o mayor se podría pasar más rápido a la presencialidad.

El Minedu indica que el próximo mes los padres podrían tener mayor claridad sobre cómo serán las clases en su escuela, cuyo inicio no necesariamente será 15 de marzo para todos. “Si hay una segunda ola y todo el país está en rojo, por encima de los criterios del Minsa, no habría condiciones para abrir la presencialidad”. En ese caso, cambiarían los planes y se retornaría a lo remoto.

Padres piden acceso a salud y vacunas

José Ramos, representante de la confederación de Apafas y de la Unidades de Defensa de la Educación Pública, demandó que se asegure el servicio de agua y la vacunación para los maestros. “La salud de nuestros hijos hoy no está garantizada. El ministro y los gobiernos regionales deben hablar con los padres. Muchos no han recibido clases remotas y no hay tablets”.

El Sutep también pide diálogo con el Minedu.

Por otro lado, se informó que siguen las inscripciones para el concurso de nombramiento.

Para el reforzamiento sanitario, el Minedu dice que ha transferido 526 millones de soles a directores y entregará otros 200 millones este mes.

plan regreso clases 2021

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