Melanie y Greta, las espadas de honor de la FAP y la Marina de Guerra
Histórico. Ocuparon los primeros puestos en sus promociones y se graduaron con honores con el deseo de defender nuestra soberanía. En esta nota comparten su historia y sus sueños.
Por primera vez en la historia del país, dos mujeres obtuvieron la espada de honor en sus promociones en la Fuerza Aérea y en la Marina de Guerra. Además han recibido condecoraciones de 28 países.
Melanie Capa Quispe habla con orgullo de la patria y de la soberanía. Se apasiona cuando se refiere a los aviones caza y se le pone la ‘piel de gallina’ cuando describe a su padre, cuyo anhelo de aviador se vio interrumpido por un accidente.
Es natural de Arequipa y su sueño no es como el de la mayoría de jóvenes de su edad: “Quiero formar parte de un escuadrón de caza para defender la soberanía nacional, cualquiera sea la misión que me toque y que ponga en riesgo a nuestra patria”, señala.
Melanie es alférez y remarca que todavía “no soy una piloto”. En dialogo con La República cuenta que desde pequeña quería pertenecer a la aviación.
También que practicaba el vóley y que representó a Arequipa en varios eventos nacionales hasta que ingresó a la facultad de Administración de Empresas de la Universidad San Agustín.
“No era lo que quería y solo asistí a clases en el primer semestre”, recuerda.
Melanie comenzó su preparación en la Escuela de Oficiales de la FAP en el 2016. Sus altas notas le permitieron ser nombrada brigadier general del tercer año, siendo así la primera mujer que ostentaba ese cargo en toda la historia de la escuela.
Y este año, ya como cadete de la especialidad de Armas, Comando y Combate (piloto), se graduó con el más alto reconocimiento: la espada de honor.
Heredera de Grau
Greta Ruiz Laos está con su uniforme en la Escuela Naval. Emocionada habla sobre un hecho histórico: la espada de honor que recibió y el BAP Bolognesi que la espera este lunes.
Ella sobresalió en su promoción integrada por 114 cadetes navales; entre ellos un cadete del Estado Plurinacional de Bolivia y dos de la República de Panamá; así como cuatro cadetes peruanos que se encuentran cursando estudios en las escuelas de Corea, Italia, España y Estados Unidos.
La alférez de fragata culminó exitosamente la primera etapa de su carrera naval, teniendo como principales líneas de conducta el honor, compromiso, ejemplo y lealtad.
Ingresó a la Escuela Naval el 5 de febrero de 2016 y durante su formación destacó por su rendimiento académico y deportivo. En el 2018 y 2020 fue seleccionada como cadete adoctrinadora; y el 24 de julio del presente año, la Dirección de la Escuela Naval la nombró cadete comandante del Batallón Angamos.
El próximo año seguramente estará viajando alrededor del mundo durante seis meses para orgullo de don Emilio y doña Carmen, sus padres. Ahora navegará en buques y fragatas, pero ella quiere estar al frente de un avión o un helicóptero. “Quiero la aviación naval”.
Estar rodeadas de hombres no fue un problema para Melanie ni Greta. Se prepararon, se esforzaron y lo lograron.