COVID-19 provoca sueño y falta de apetito en adultos mayores
Tener en cuenta. El 30% de adultos mayores presentan características atípicas, según médico geriatra, Elizabeth Aliaga. En Tacna, más del 50% de víctimas mortales del virus son adultos mayores.
La médico geriatra Elizabeth Aliaga Díaz, batalla contra la COVID-19 desde marzo en el hospital Cayetano Heredia de Lima. Su trabajo, y la recopilación de datos, le han permitido identificar que por lo menos el 30% de las personas mayores de 60 años internadas en áreas COVID, presentan síntomas distintos a los comúnmente difundidos.
Aliaga formaba parte del equipo COVID del hospital Cayetano, allí laboró diez años y hace una semana llegó a Tacna junto a 14 médicos para trabajar en el Hospital Regional Hipólito Unanue. La médico explica que la Cayetano ya cuenta con una base de datos de pacientes COVID adultos mayores, la cual está en plena investigación.
PUEDES VER: Tacna superó los 13.000 contagios de coronavirus
Uno de los puntos importantes que se ha identificado, es que un grupo de adultos mayores positivos a la COVID-19 no han presentado tos, fiebre o dolor de cabeza; síntomas usuales en adultos y jóvenes. En cambio, sí ha detectado disminución del apetito, desorden en el patrón de sueño y desorientación.
“En algunos casos, como el paciente está postrado, no manifiesta las molestias, entonces el geriatra se da cuenta que tiene COVID-19 por esas otras características. Una vez que se detecta la enfermedad, vigilamos otras. Por ejemplo, el adulto mayor se deshidrata más que un paciente común, puede generar una falla renal y fallecer”, detalla.
Resalta que el cambio repentino en los horarios de sueño, debe ser una característica que debe mantener alerta a las familias. La médico cuenta que incluso el paciente puede mostrarse desorientado al despertar, no saber si es de día o noche.
Otro punto que complica el manejo del virus en las personas mayores, son las enfermedades crónicas que pueden padecer antes de haberse contagiado. Como geriatra, Elizabeth Aliaga ha tratado con pacientes con múltiples comorbilidades: diabetes, hipertensión y obesidad.
Es frecuente que los adultos mayores cuando son hospitalizados por COVID-19, sufran de delirios, y pueden tomar actitudes agresivas frente al personal médico. “No en todos ocurre pero hemos vistos esos en por lo menos el 30% de ellos (…) sobre todo en los frágiles, y es en ellos precisamente en que no se desarrollan los síntomas comunes”.
Investigación
En Tacna, hasta agosto, poco más del 50% de las víctimas mortales de la pandemia eran personas mayores a 60 años. Elizabeth apunta que Tacna tiene una importante población de la tercera edad, y que al igual que en la Cayetano, es necesario que la región desarrolle su propia investigación de la evaluación del virus en este grupo etario. “Aún hay mucho que investigar. En Lima hemos tenido pacientes muy mayores con todo en contra, pero se recuperaron. Hay casos de pacientes jóvenes o sin comorbilidades, que lamentablemente han fallecido. Creemos que hay factores genéticos involucrados. Eso sí, la enfermedad deja secuelas”.
Para los pacientes dados de alta, se recomienda a las familias que eviten que sus abuelos realicen actividad física en exceso y por el contrario, tengan reposo. Además necesitan beber muchos líquidos y una dieta con mucha proteica, consumiendo alimentos como pechugas de pollo, pavo, garbanzos, pescado, carne, entre otros.
Contradictorio
Elizabeth Aliaga vio en sus guardias en el Unanue, mucha entrega y compromiso en sus colegas tacneños hacia sus pacientes. Ella también es tacneña y retornó a su ciudad para replicar todo lo aprendido fuera y estar más cerca de su familia. Como muchos en el país, la pandemia también le ha arrebatado a un ser querido.
“Trabajé tanto salvando vidas en Lima y no pude salvar a mi mamá. Ella se me fue. Es ahí donde uno se pone a valorar muchas cosas. Pero también como familiares debemos entender que esta enfermedad hace sufrir mucho al paciente (…) Uno puede querer tener toda la vida a la mamá, pero lo que debemos pedir es no que sufra. Somos instrumentos de Dios, y hacemos lo posible por nuestros pacientes. Como médicos no solo curamos, debemos aliviar el dolor y consolar también”, concluye la médico Elizabeth Aliaga.
Adultos mayores y la COVID 19