Sociedad

TEL y TEA: ¿cómo diferenciar el Trastorno Específico de Lenguaje y el Trastorno de Espectro Autista?

Si bien son catalogados como Trastornos del Neurodesarrollo (TND), es necesario identificar las características particulares de cada uno de ellos. La psicóloga Sheyla Sanez Ramírez informa que “mientras más temprano sea intervenido un niño con signos de alarma, mejor será el pronóstico”.

Las diferencias entre el TEA y el TEL | Créditos: difusión
Las diferencias entre el TEA y el TEL | Créditos: difusión

Las personas nos comunicamos desde que nacemos y desarrollamos este acto conforme crecemos. Sin embargo, a veces sucede que se presentan dificultades durante este proceso y no comprendemos la razón. Esto puede deberse a que desconocemos las características de los Trastornos del Neurodesarrollo (TND) que se manifiestan desde temprana edad.

Los TND son alteraciones o retrasos en el desarrollo de funciones relacionadas a la maduración del sistema nervioso central. En en el caso del Trastorno de Espectro Autista (TEA) y Trastorno Específico de Lenguaje (TEL), estos están ligados a las alteraciones en el aprendizaje de habilidades cognitivas, motoras, de lenguaje y sociales.

Tanto el TEA como el TEL responden a un diagnostico específico. Pero existen diferencias que nos ayudarán a reconocerlos dentro de sus propias particularidades. Para esto, la psicóloga Sheyla Sanez Ramírez, especialista en evaluación, diagnóstico e intervención a niños y adolescentes, nos brindará las pautas necesarias para reconocer cada uno de estos trastornos y sus diferencias.

¿Cuáles son las diferencias entre el TEA y TEL?

La diferencia fundamental entre ambos es que el Trastorno de Espectro Autista se caracteriza por mostrar patrones repetitivos y restringidos de comportamientos, intereses o actividades específicas y déficit en las interacciones sociales.

Mientras que en el Trastorno Específico de Lenguaje no encontramos estas características. Este más bien resalta por alteraciones que se limitan a problemas del habla o el lenguaje específico y, como consecuencia, podrían tener dificultades en las interacciones sociales, aunque esto no es propio del diagnóstico.

Por ejemplo, los niños con TEA presentarán conductas como tener intereses específicos, alinear objetos, girar o agitar objetos, excesiva incomodidad por pequeños cambios, dificultades con las transiciones de una situación a otra, patrones rígidos de pensamiento, rituales para saludar y necesidad de utilizar las mismas rutinas.

Otro de las diferencias entre ambos diagnósticos se encuentra en las interacciones sociales. Es así que, un niño con TEA demuestra ausencia del juego, acercamiento social anormal, incapacidad para mantener la alternancia en una conversación, ausencia de iniciativa o respuesta a la interacción social, anormalidad en el contacto visual, dificultad en la atención compartida y dificultades para mantener un comportamiento apropiado a los diferentes contextos sociales.

En el caso de los menores con TEL, si bien evidencian dificultades específicas del habla o el lenguaje específico, serán capaces de presentar habilidades comunicativas, como interés por relacionarse con su grupo de pares, presencia de juegos funcionales y de imaginación, atención compartida, y comportamientos apropiados a los diferentes contextos.

¿Existen similitudes entre en TEA y TEL?

Es una pregunta amplia, pero la respuesta es afirmativa. A continuación, agrupamos en tres las principales similitudes.

- Las semejanzas en ambos diagnósticos. Tanto en el TEA y TEL se encontrará un retraso en adquirir el lenguaje y habla.

- Como bien observamos, los niños con TEL presentan dificultades en el lenguaje y habla, esto podría impactar en su desempeño de las relaciones sociales prefiriendo actividades solitarias, y como consecuencia se aísle de su grupo de pares. Sin embargo, cabe mencionar que los déficit en las interacciones sociales son excluyentes del diagnóstico de TEL.

- En el Perú, aún no existen normativas uniformes sobre el proceso de diagnóstico y todavía encontramos carencias de formación en ellos. En cierta parte, esto genera que muchos niños con TEA o TEL muestren diagnósticos erróneos o confusos, lo cual perjudica y hace que el menor no reciba intervenciones funcionales de acuerdo a sus necesidades o las reciba tardíamente.

¿Qué particularidades tienen el TEA y el TEL que pueden ayudarnos a reconocerlos?

En el caso del TEA:

- Por lo general, no suelen presentar buena intención comunicativa.

- Evidencian ausencia del juego funcional y simbólico. Además, presentan dificultad para hacer funcionar los juguetes o atribuirles acciones a sus juegos.

- No comparten juegos con su grupo de pares y prefieren actividades solitarias.

- Experimentan ausencia de comunicación hasta la presencia de un lenguaje fluido, pero con alteraciones en la prosodia por falta de variación en el ritmo, la entonación y el énfasis.

- En algunos casos, está presente el lenguaje expresivo, pero es posible que este no tenga una función comunicativa.

- Se pueden alterar todos los componentes del lenguaje: fonología, morfosintaxis, semántica y uso social de lenguaje que siempre estará afectado.

- Pueden aparecer ecolalias, que son repetición involuntaria de palabras o frases y verborrea, la utilización de muchas palabras para expresar una idea.

- El lenguaje comprensivo generalmente estará afectado en mayor o menor medida.

En el caso del TEL:

- Presentan buena intención comunicativa.

- Interés por relacionarse con su grupo de pares.

- Presencia de juegos funcionales y simbólicos. Es así que pueden hacer funcionar sus juguetes y crear sus propias escenas de juegos.

- No muestra ausencia total de lenguaje expresivo.

- Discurso pobre o poco fluido.

- Modificación en la articulación de sonidos (distorsión, omisión, adición, etc).

- Pueden haber variaciones en algunos o todos los componentes del lenguaje: fonología, morfosintaxis, semántica y uso social del lenguaje. Además, cada uno puede cambiar en distinta medida.

- La comprensión del lenguaje puede mostrarse afectada cuando intervienen factores cognitivos, o ante mensajes con mucho contenido verbal.

- Existen casos en el cual la expresión del lenguaje se encuentra más distorsionada, y otros en los que la alteración es la comprensión, y otros en los que se afectan ambas áreas por igual.

Finalmente, para ambos diagnósticos, es importante que se realicen intervenciones basadas en evidencias y resultados. También se debe entrenar a la familia para lograr su participación activa con el niño.