Sociedad

Aumentan casos de niños con COVID- 19 que pueden propagar la enfermedad

Peligros. No desarrollan los mismos síntomas de los adultos empero tienen alta carga viral en fosas nasales para acelerar la propagación del virus en los adultos. En Arequipa número de infectados asciende al 2% del total casos. Incrementó en las últimas semanas por la flexibilización de la cuarentena.

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En los pasillos del Hospital del Niño de San Borja existe preocupación por el aumento de los casos de niños menores de 5 años afectados por el nuevo coronavirus. Cuidado.
el dato En los pasillos del Hospital del Niño de San Borja existe preocupación por el aumento de los casos de niños menores de 5 años afectados por el nuevo coronavirus. Cuidado.

Milagros Berrios y Deysi Pari

Cinco meses después del estado de emergencia nacional en el Perú, los niños que esquivaban el golpe de esta pandemia, ahora son los protagonistas. Ya van más de 25.500 menores contagiados y 106 fallecidos, el doble de lo reportado hace solo un mes.

En Arequipa, otro de los puntos cruciales de la crisis sanitaria, el 2% de los infectados son menores cuya edad alcanza de 0 a 11 años. En total son 1 655 casos. Entre tanto, la cantidad de infectados en el grupo de 12 a 17 años es muy similar, asciende a 1 573. Las cifras de contagio entre hombres y mujeres son similares.

El comportamiento geográfico de la infección es muy parecido al de los adultos. El Cercado tiene 231 casos de niños entre 0 a 11 años, Paucarpata (189), Cerro Colorado (138), José Luis Bustamante (173), Alto Selva Alegre etc. En Mollebaya, Pocsi, Polobaya, Quequeña, San Juan de Siguas, Santa Isabel de Siguas y Yarabamba no se reportaron casos positivos.

No desarrollan los síntomas pero sí contagian silenciosamente. Así se presenta la enfermedad en la mayoría de ellos.

De acuerdo a la jefa del Servicio de Pediatría del hospital COVID-19 Honorio Delgado Espinoza de Arequipa, Amparo Jaén Pacheco, los infectados no tuvieron los síntomas respiratorios de los adultos.

Los pequeños ingresaron al nosocomio de Arequipa por otras patologías, desde fracturas, diarreas, hasta apendicitis y en el proceso de tratamiento dieron positivo al nuevo coronavirus.

Jaén ensaya una de las posibles explicaciones: los menores tienen pocos receptores en las células para acoger al virus. Jaén cita un trabajo de la revista de la Asociación Americana de Medicina. “Las células que recubren el interior de la nariz de los niños, las primeras con las que se tropieza el virus, tienen una menor cantidad de receptores ECA-2, las puertas de entrada del COVID-19 en el organismo, que los mayores”, sostiene ese trabajo.

Aunque este panorama esta cambiando, sostiene el coordinador de la Unidad de Cuidados Intensivos del Instituto Nacional del Niño (INSN) de San Borja, Franklin Mendoza. “Ya no estamos en el momento en que no eran vulnerables, asintomáticos y desarrollaban síntomas leves. Ahora llegan con criterios graves incluso para ingreso a UCI”.

Este mes tiene 30 pacientes, el doble de lo normal entre sospechosos y confirmados. “Eso alarma, no se veía en meses anteriores. Vemos un aumento. El principal problema en este caso, explica, es el contagio masivo. Dentro de la flexibilización de la cuarentena, se dispuso, a inicios de julio, la ampliación a 60 minutos en el paseo diario para menores, a quienes aún se los ve transitando en parques, playas y hasta mercados. Solo pasaron tres semanas y EsSalud ya alertaba un incremento del 75% de casos”.

Factor de transmisión

Los niños no solo sufren con la COVID, también han adquirido un rol importante en la transmisión de la enfermedad. Un estudio, publicado el 30 de julio en JAMA Pediatrics, reveló que la carga viral en el tracto respiratorio (nariz y garganta) de los menores de 5 años con la enfermedad leve o moderada puede ser de 10 a 100 veces mayor que de los niños mayores y de adultos. A partir de ello, surge la hipótesis de que serían uno de los principales, y silenciosos, transmisores del Covid-19 en la población en general.

“Lo que se plantea es que si tienen el virus, por más que no se sientan mal, hablen o canten, hay mayor probabilidad que contagien más porque tiene más carga viral. En el adulto, la cantidad de virus está asociado a la infección más severa”, explica la médica pediatra y directora del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Cayetano Heredia, Theresa Ochoa.

Por eso, cuando el virus llega a casa o está en la calle, el riesgo no solo está en la vulnerabilidad del niño, que por su comportamiento social no maneja el distanciamiento o el contacto con su rostro, sino en el resto de amigos o familiares, incluidos los adultos mayores.

En el Perú, una de las pocas publicaciones científicas sobre niños con COVID-19 refiere, en base a la revisión de casos del INSN San Borja durante los tres primeros meses de pandemia, que de 33 pacientes, 19 habían sido hospitalizados y el resto lo manejó de manera ambulatoria. Un niño falleció, pero se encontraba en estado terminal por un tumor. En la mayoría de casos, los síntomas eran leves.

“La diferencia con los adultos es la gravedad de los síntomas. La frecuencia de neumonía es baja, aunque en adolescentes sí se ve. Muchos niños son asintomáticos o hacen resfrío común”, explica la neumóloga pediatra del INSN, Patricia Llaque.

Síndrome de kawasaki

La también experta en epidemiología alerta sobre la existencia del Síndrome inflamatorio multisistémico, conocido por algunos como Kawasaki-like. Este se ha presentado en niños con COVID y que no tenían otras enfermedades. Este mal puede causar la inflamación en dos o más órganos, como el corazón y pulmones. Generalmente requiere hospitalización. Ahora tenemos niños, previamente sanos, que se infectaron por COVID y por mecanismos aún desconocidos desarrollan el Kawasaki-like y los predispone a una falla cardiaca adquirida”, agrega Franklin Mendoza, del INSN San Borja, quien cada dos semanas recibe un nuevo caso de este tipo.

A la fecha, ya han atendido a 15 menores que retornaron semanas después de “superar” el COVID-19. Sus síntomas fueron, sobre todo, digestivos: fiebre, náuseas, dolor abdominal. “Son pacientes con criterios de UCI, por lo que activamos un protocolo multidisciplinario”, refiere.

Incluso, la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (Slipe) acaba de advertir que, pese a que la afectación a los niños es menor, el aumento de casos de dicho síndrome asociado a COVID-19 hace suponer que “no es una infección tan inocua como al inicio se suponía”.

El riesgo, entonces, es múltiple. En caso de que un niño infectado por COVID-19 sea asintomático, él igual podría contagiar a un adulto mayor, a menores que luego desarrollen el Síndrome inflamatorio multisistémico, o a otros con comorbilidades, los que sí llegarían a un hospital y hasta podrían perder la vida.

Según Mendoza Torres, en base a un estudio de The Lancet Pediatrics, de junio pasado, de cada cuatro niños, uno o dos pueden ser asintomáticos, otro tendría síntomas de manejo ambulatorio y uno comorbilidades. “Y de este último grupo, la mitad llega a UCI. Es muy alto”.

Y eso se ve en los mismos pasillos del hospital del Niño de San Borja, que ha recibido a 118 casos positivos y 40 ingresos a UCI. De los últimos, la edad promedio de los pacientes era entre 2 y 8 años; muchos de ellos con cardiopatías, enfermedades neurológicas, cirugías complejas o con cáncer. Lo alentador es que la tasa de recuperación es de 90%, aunque para eso deban pasar semanas con ventilación mecánica y lejos de sus padres

Muertes en niños

Aunque el número de muertes en menores no es alta, en Arequipa, hubo casos donde había comorbilidad.

Uno corresponde a una menor de La Joya que ingresó al hospital Goyeneche por una aparente intoxicación por ingerir una fruta contaminada. A la menor se le tomaron tres pruebas rápidas. En todas salió negativo. Se le tomó una molecular debido al empeoramiento de su salud. Arrojó positivo. Falleció, además del virus, porque la intoxicación afectó a los pulmones.

Los otros dos casos de fallecidos corresponden a una menor de 14 años con parálisis cerebral. Por esta condición no desarrolló y su cuerpo correspondía a la de una niña de un año, su alimentación era por sonda y no podía deglutir. ❖

En Tacna hubos dos menores fallecidos

En Tacna, en lo que va de la pandemia, se tienen dos menores de edad fallecidos. Ellos están dentro de los 235 contagiados, 148 niños y 87 adolescentes. Las muertes ocurrieron en julio y uno de ellos fue un niño de 12 años, natural del distrito andino de Palca, que padeció de una insuficiencia respiratoria aguda, neumonía viral e infección por COVID.

Este último menor tenía también una enfermedad renal en etapa terminal y el virus en su organismo agravó su condición. La segunda muerte fue de un adolescente de 16 años, natural de Puno, que falleció en la ambulancia, camino al hospital Unanue. Él no llegó a ser internado, arribó a Tacna con la infección y no recibió tratamiento médico.

En julio, falleció una mujer de 36 años y su feto de 37 semanas (bebé completamente formado) por COVID. El diagnóstico de ella fue edema cerebral, cetoacidosis diabética, sepsis, endometriosis bacteriana e infección por coronavirus. El niño no nacido no ha sido considerado dentro de las estadísticas de menores de edad.

El infectólogo pediatra Roger Hernández Díaz, precisó que algunos factores de riesgo en los niños para que desarrollen la enfermedad de manera grave son: pacientes con inmunodeficiencias primarias, trasplante de órgano, pacientes hemato oncológicos, además de pacientes con cardiopatías como hipertensión pulmonar y con patología respiratoria crónica como asma grave.