Día Internacional de los Pueblos Indígenas: la pandemia reaviva las heridas de la exclusión en el Perú
Cada 9 de agosto se conmemora una fecha para reivindicar los derechos de miles de compatriotas. Sin embargo, en nuestro país hay poco para festejar y aún mucho por hacer.
Hasta hace unos meses, los peruanos veíamos la tragedia del coronavirus mediante una pantalla. Los miles de muertos en China, España e Italia nos angustiaban desde lejos, como si ante tanto sufrimiento solo nos tocara ser testigos. Era duro, pero al menos quedaba un alivio: eso no pasaba por aquí. Y así fue hasta abril. Luego vimos que la amenaza no dejaba ajeno a nadie y empezamos a asumir que enfrentábamos una de las crisis más duras de nuestra historia reciente. Hoy, el Perú es uno de los países más afectados por la COVID-19, el tercero más golpeado en Latinoamérica, solo por detrás de Brasil y México.
Este domingo 9 de agosto se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, una fecha para reivindicar los derechos de miles de compatriotas y recordar la importancia de la diversidad cultural. Sin embargo, hay poco para festejar y aún mucho por hacer en un país como el Perú, donde esta población ha sufrido un abandono sistemático por parte de las autoridades. Lejos de las grandes ciudades, muchas comunidades indígenas continúan a la espera de servicios básicos como educación y salud. Una situación que, por desgracia, se ha agudizado con la emergencia sanitaria por la expansión de la COVID-19.
“No hubo una planificación. El Estado no ha invertido en educación, en salud y en saneamiento en las zonas del Perú donde hay pueblos indígenas. Mira el índice de VIH en el país es del 1 %, mientras que en el Cenepa es de 7 %. Entonces, hay un problema de falta de atención”, explica Juan Carlos Ruiz, abogado del Instituto de Defensa Legal (IDL).
Los especialistas coinciden en que no hubo un plan para proteger a nuestras comunidades indígenas. Desde que estalló la crisis, el Estado se dedicó a responder enviando equipos médicos y realizando pruebas de descarte de la COVID-19. Hubo respuesta, mas no prevención. El resultado ha sido grave. A día de hoy, según la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana, Aidesep, al menos el 70 % de población indígena en la Amazonía está infectada.
De otro lado, y pese a los esfuerzos de algunas autoridades por revertir la situación, el caso del Perú podría representar un incumplimiento de tratados internacionales como el Convenio 169 de la OIT. Una irresponsabilidad cuyo origen no solo pasaría por las deficiencias de sistema sanitario a veces inexistente, sino porque, además, en nuestro país el virus llegó a ciertas comunidades indígenas desde las ciudades, a veces por la propia intervención estatal.
¿Qué hacer ante un escenario como este? La crisis deja abierta una posibilidad: la de que, en adelante, nuestras comunidades indígenas se conviertan en agentes de acción. Este día ofrece una oportunidad para reflexionar y que las autoridades reconfiguren su visión de lo que significa esta población vulnerable.
“Toda atención del Estado, sea a nivel de salud, de educación, de proyectos, o cualquier proyecto que tenga que ver con los derechos de los pueblos indígenas y prestación de servicios, tiene que darse de la mano con las autoridades comunales. Y ahí encontramos potentes aliados”, sostiene Nelly Aedo, Jefa del Programa de Pueblos Indígenas de la Defensoría del Pueblo.