Sociedad

Calvario de familiares en exteriores de hospitales en Trujillo

Pasan largas horas del día, hasta pernoctan, soportando las bajas temperaturas, esperando noticias de pacientes COVID-19.

Abrigan la esperanza de volver a casa con sus familiares. Algunos no lo logran.
Abrigan la esperanza de volver a casa con sus familiares. Algunos no lo logran.

Coronavirus en Perú. Los casos en La Libertad por la COVID-19 aumentan día a día, muchos de ellos se agravan en sus domicilios, teniendo que ser trasladados hacia los hospitales, en donde no solo empieza el calvario para el paciente, sino también la zozobra de los familiares, que esperan afuera por noticias.

Los parientes no dudan en pernoctar en las afueras de los hospitales, para estar atentos a las noticias de cómo va el avance de cada paciente. Es una fotografía que se repite en cada uno de los nosocomios de Trujillo como: Hospital Regional de Trujillo, Hospital Belén, Víctor Lazarte Echegaray y Alta Complejidad.

“Llevo 20 días aquí esperando que mi madre pueda ser dada de alta, solo Dios sabe qué pueda pasar, en la mañana y en la tarde salen del hospital y nos brindan información, o si se necesita algo. Como ven dormimos en unos cartones en el piso, es el sacrificio que hacemos por nuestros seres queridos”, indicó una señora cuya madre está en el Hospital Regional.

Algunos familiares reciben noticias de que sus familiares van mejorando, como también hay otros donde el personal de salud, informa que los pacientes han fallecido.

Duermen en cajeros

“Han sido días duros para nosotros, hace una semana estuvimos aquí en el Belén, donde nos informaron que mi padre no pudo resistir y falleció, ahora tenemos a mi hermana internada. Tuvimos que adquirir oxígeno, por ahora ya no han pedido porque ingresó al SIS. Nos turnamos entre todos para poder estar pendientes. Es un dolor grande. Aquí tratamos de apoyarnos entre todos afuera”, expresó el hermano de una paciente con la COVID-19.

Cerca al Hospital Regional hay un cajero electrónico y muchos aprovechan para pasar la noche ahí, tratando de descansar en algo, que dura la guardia por las informaciones de sus pacientes. Los rostros cambian, pero el dolor y la angustia sigue siendo la misma en los exteriores de estos hospitales.