Sociedad

Voluntarias podrían quedar postradas tras ser arrolladas por auto sin SOAT del municipio de Cocachacra

Tras ser aplastadas entre dos vehículos de la municipalidad de Cocachacra, las jóvenes de la Cruz Roja vieron cómo el chofer pateaba tierra sobre su sangre para ocultar las evidencias. "Que se agarren entre abogados", respondió el alcalde.

Cocachacra
Cocachacra

Dos voluntarias de la Cruz Roja Peruana denuncian al alcalde de Cocachacra, Neftalí Carrasco, por haberlas abandonado legal y económicamente luego que una camioneta sin SOAT de su despacho las arrollara y dejara gravemente heridas cuando llevaban ayuda humanitaria.

Según informe de Día D, el pasado 18 de abril las voluntarias Bertha Cisneros y Araceli Arteta fueron al interior de una camioneta negra de la municipalidad de Cocachacra hasta la localidad de Santa Cruz, en Matucana, llevando ayuda para las familias afectadas por el coronavirus.

Sin embargo, cuando llegaron al lugar y se disponían a bajar las cajas con los alimentos, fueron embestidas y aplastadas contra la maletera por otro vehículo municipal de placa SQQ134 que trasladaba efectivos de serenazgo. Lo último que recuerdan es que mientras perdían el conocimiento veían cómo, en el colmo de la inhumanidad, el chofer de la camioneta trataba de tapar la sangre pateándole tierra encima en lugar de ayudarlas.

¿El diagnóstico? Bertha con la pierda izquierda destrozada y Araceli postrada con graves lesiones en la columna. La primera fue llevada a la Clínica Delgado, donde fue operada cuatro veces y mantiene su pierna “de milagro”, aunque con una deuda de más de 200 mil soles y le faltan otras dos intervenciones. La segunda tuvo menos suerte, pues tras ser llevada al Hospital de Chosica fue desalojada al poco tiempo por el riesgo de contraer COVID-19.

Pero lo peor apenas comenzaba. Grande fue la sorpresa de ambas cuando se enteraron que ninguna de las dos unidades de la municipalidad de Cocachacra contaba con SOAT, y que el propio alcalde Neftalí Carrasco las culpaba “por haber estado ahí”, aún cuando ellas eran voluntarias de la Cruz Roja que llegaban con ayuda humanitaria por la pandemia. Incluso intentaron cambiarles el carro involucrado en el accidente de tránsito.

“Yo lo he pasado para que lo vea el área legal porque, como es con un abogado intermedio, entonces que se agarren entre abogados para ver cuál es el tema”, fue lo último que escucharon telefónicamente de Carrasco, quien les ha dado a entender que por contratar a un abogado ahora las jóvenes tendrán que enjuiciar a la municipalidad para recibir algo más de los insuficientes 2 mil soles que les han enviado para su tratamiento.

Bertha Cisneros y Araceli Arteta piden ahora justicia y que el alcalde Neftalí Carrasco de Cocachacra haga algo más por ellas que colgarles el teléfono cada vez que lo llaman a más de dos meses del terrible accidente, ante la terrible desgracia de quedar postradas cuando iban llevando, heroicamente, ayuda a los más necesitados por el coronavirus.

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